lunes, 1 de diciembre de 2014

N° 303 - PAGO POR VER....

¿CON LA ELECCIÓN DE MESÍAS SOMOS "MAS"?:



Mesías Guevara Amasifuen, gano la Presidencia de ACCIÓN POPULAR. Un premio a su constancia por lograr los objetivos políticos que se propone, por perseverar en la interna, con los iconos ideológicos de un belaundismo, que en los extramuros de Paseo Colón son parte de la historia. Por su recorrido por las bases, en un contexto en el que, el tiempo dirá si ese peregrinaje fue en beneficio propio o en beneficio del partido. 

Su elección tiene varias lecturas, pero la primera es que ella no implica una renovación de cuadros dirigenciales, ni una reforma estructural del andamiaje institucional y político del partido. Y lo anterior, porque en principio, dudamos que el Mesías político, que el Guevara congresista, en la búsqueda de su reelección congresal o de la candidatura a la Presidencia de la República, institucionalice el partido o lo abra a figuras que política o intelectualmente, lo puedan opacar o le quiten el protagonismo que el cargo le da a sus comprensibles pretensiones políticas.


Dos veces Secretario General Nacional en gestiones sin mayor brillo;  la victoria de Mesías Guevara, es el triunfo de  un sector de la cúpula sobre otro. Sobre la facción más "aristocrática", más pudiente, más identificada con la sangre del fundador; la que se alió con el poder de turno, para ganar la Presidencia, el podio que garantiza tener una posición determinante de cara a la elección del 2016. Y en esa dirección "los cuatro fantásticos" terminan siendo los grandes derrotados.

Que el cargo importa desde una  perspectiva personal y no institucional, quedo claro desde el momento en el que ninguno de los candidatos, objeto la ilegal convocatoria  de la elección. En un partido el que supuestamente el cargo obliga a hacer docencia política, a construir institucionalidad, los candidatos no solo se quedaron callados,  no objetaron el vicio de nulidad existente, la no adecuación de los estatutos a la Ley de Partidos Políticos. Guevara y Vitocho García Belaunde, fueron totalmente indiferentes a la posibilidad de un serio, democrático y formal debate de ideas y propuestas en torno al partido, su realidad, su futuro y el momento actual. Un debate que reavive la actividad partidaria, que muestre el valor de su liderazgo. Como lo importante era simplemente ganar, solo deberían escuchar los los miembros del Congreso que votaban y por eso se les trato de comprometer con el estómago, con el Chifa de reglamento. 

Sin mayores cuadros, sin  políticos con trayectoria y talento en los extramuros del partido, como parte de su Estado Mayor, Guevara como Presidente electo de ACCIÓN POPULAR comienza a mostrar que su gestión va a estar marcada por su agenda política.  El "Mesías Prometido", "con la humildad que lo  caracteriza", declara tras su victoria, que no fue por gusto su padre le puso "Mesías" para que cumpliendo ese destino que Dios le ha dispuesto, haga algo por el partido. 

El líder, maestro y guía; en el que los militantes poco informados -esos que creen que la política es "unidad y trabajo"- depositan sus ilusiones; declara que con su presidencia ACCION POPULAR  va a ser el aluvional partido de los tiempos de Belaunde. Que va a llevar adelante una reforma institucional, para que por un militante un voto, se elija al candidato a la presidencia (que puede ser él). Como si eso fuera lo único que necesita el partido, como si no habiendo tanto por cambiar en los predios de Paseo Colón, en lugar de graficar toda la reforma política del partido;  sea contradictoriamente tan breve y preciso en señalar acciones que finalmente solo lo benefician a él. En psicología política nada es gratuito.

Por otro lado, ante la presencia de sus paisanos cajamarquinos en Lima, Mesías Guevara, Presidente de ACCIÓN POPULAR, pide que "se respete la elección de Gregorio Santos". Y aquí hay que ser muy claro. Guevara es Congresista, para él la ley -su respeto, su irrestricto cumplimiento- debe marcar su conducta política. En ese marco político-jurídico, en el caso del Presidente Regional de Cajamarca, nadie ha desconocido o violentado su triunfo en las urnas; lo que no puede hacer Gregorio Santos -procesado por diversos delitos- es asumir el cargo, porque no puede ser liberado por el hecho de ganar los comicios. La elección de un cargo público, no puede ser patente de corzo para desconocer y desacatar la ley, para obtener impunidad. Eso lo tiene que saber, eso lo tiene que conocer un Congresista de la República. Y sobre todo el Presidente de un partido que suspuestamente es un partido honesto, democrático, respetuoso de la ley.

Por electoralismo, por demagogia, por oportunismo político ante sus eventuales electores que son mayoritariamente de izquierda. Guevara pide la libertad del líder cajamarquino, de manera encubierta. No interesa el partido, no interesa la institucionalidad democrática y el respeto a la ley, interesan los votos, el congraciarse con sus votantes cajamarquinos. El partido aluvional a la manera de Belaunde del que Guevara hablaba en su mensaje antes de la elección, parece comenzar a gestarse tras ella. En  ACCIÓN POPULAR....ya somos "MAS".  Para comenzar a ver milagros o la crucifixión del partido, tiempo al tiempo .


lunes, 24 de noviembre de 2014

N° 302 - LA NULIDAD EN LA QUE SE ZURRAN LOS CANDIDATOS

UNA PRESIDENCIA DE LA QUE SOLO IMPORTA EL PODER:





En los últimos días, diversas voces se han levantado para indicar que la próxima elección del Presidente del Partido, es nula de pleno derecho. Que al no adecuar, el estatuto a la Nueva Ley de Partidos Políticos, Ley 28094 y su modificatoria Ley 29490; la elección de las más altas autoridades del colectivo, esta viciada de nulidad. Una nulidad impulsada por Edmundo Del Águila Morote y por su portapliegos Alan Kessell, con la complacencia de incondicionales y figurettis como el Defensor del Afiliado que lo único que defiende es el statu quo partidario. 

En el contexto anterior, lo relevante del tema es que contradictoriamente a lo que se podría esperar, todos  los candidatos -que se entiende deben preocuparse por la institucionalidad, por el estado de derecho, la unidad, el futuro y la legalidad del partido-  han ignorado el tema, no han tenido el pudor de pronunciarse sobre el asunto y han dejado en claro que lo que únicamente les interesa es el poder; el cargo; las puertas que abre éste en el cubileteo de la política peruana de cara a la próxima elección nacional. 

Lo anterior, porque si a los Sres. Guevara, García y Mendoza, les interesara la presidencia desde la perspectiva institucional, del interés colectivo y el beneficio partidario, lo primero que tendría que preocuparles es la legitimidad del cargo.  El hecho que no se puede investir un mandato a partir de un acto nulo, de una elección ilegal y contraria a ley, que se suma a la serie de arbitrariedades e ilegalidades en las que ha incurrido los socios electorales de García Belaunde, que no son otros que los Del Águila y Alan Kessell.

En éste espacio, que trata de hacer docencia política, aunque para algunos simplemente se hace humor, creemos que es necesario dejar claramente establecido el marco jurídico de la nulidad del hecho, como requisito a la demanda de nulidad de acto jurídico que entendemos merece la elección y que vamos a interponer, considerando como tercero con legítimo interés al JNE. Porque no es justo el nivel de impunidad al que se esta llegando. 

Y lo concreto y lo real es que el Art. 25° de la Ley 29490 (modificatoria de la Ley de Partidos Políticos) establece con meridiana claridad que la elección de autoridades del partido, se realiza una vez cada cuatro años -plazo del que se ha excedido ilegalmente el partido-  de acuerdo a alguna de las tres (3) modalidades que se consignan en el Art. 24° del mismo cuerpo legal; esto es (1) Elecciones con voto universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto de los militantes y ciudadanos no afiliados. (2) Elecciones con voto universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto de los militantes. (3) Elecciones a través de los delegados  elegidos por los órganos partidarios conforme lo disponga el Estatuto.

El problema es que de acuerdo al propio texto expreso de la ley, el estatuto de ACCIÓN POPULAR debió ser modificado y adecuado a la Nueva Ley de Partidos Políticos. Lo anterior a tenor del Art. 27° de la Ley 29490,  que establece que la elección de autoridades del partido se realiza de conformidad con el Art. 24° del cuerpo expreso de la ley; que indica que los delegados que integran los respectivos órganos partidarios, deben haber sido elegidos para cada proceso electoral , por  voto universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto de los afilados. La articulación anotada, contiene un requisito que no se da en el actual Estatuto del partido, que establece una composición por estamentos para la elección del Presidente y Vice-Presidente del partido, cuyos miembros no han sido elegidos necesariamente para esta elección. Porque no hay una reglamentación que precise el mecanismo de elección para éste tipo de casos.

La caricaturización del proceso electoral, su falta de rigor jurídico, de legalidad, es algo que no puede permitirse, en un contexto en el cual, hay una crisis política muy grande. Una falta de liderazgo, de objetivos político partidarios, de presencia institucional relevante en el espectro político nacional. A lo que se suma, una ausencia de respaldo popular, de conexión con el ciudadano y de interés como actor político por parte de la opinión pública y los medios de comunicación. Al final, se impulsa una elección, sin debate de ideas y propuestas, sin base legal; únicamente acarreando o convenciendo a los miembros de un Congreso,  que no tiene capacidad ni legitimidad para elegir a quien -aunque el cargo le quede grande- quiere ser Presidente del partido.  De un partido "cuya cadáver sigue muriendo".  

  

miércoles, 19 de noviembre de 2014

N° 301 - EL HAMBRE VS LA NECESIDAD

LOS CANDIDATOS DE LA ELECCIÓN:



En concordancia con la tarea magisterial que implica el liderazgo; el Estatuto de ACCIÓN POPULAR, establece que el Presidente del partido es el que diseña la línea política general del partido;  el encargado de concertar posiciones e ideas y el que orienta la acción partidaria. Pero si echamos una mirada a las gestiones anteriores, comenzando por el propio Valentín Paniagua, no ha habido una sola administración de  las que ejercieron la presidencia, que busque la conciliación de los liderazgos partidarios y de la raleada militancia. No ha habido una sola presidencia, que confronte ideas y propuestas; que se dedique a reorganizar el partido y a formar cuadros. Que encare la tarea de nacer de nuevo, de fijar en función de los presupuestos ideológicos y programáticos, la línea política del colectivo en la escena nacional, que nos convierta en protagonistas y no en teloneros o en parasitarios de la política.


En la próxima elección, son dos candidaturas; la de los Congresistas García Belaunde y la de Mesías Guevara, las que tienen mayor opción. Y lo anterior, porque el tercero en discordia, el Dr. Elías Mendoza no tiene mayores posibilidades, no solamente en razón de la edad, sino porque su presencia política y su liderazgo, no tiene peso, ni articulación, ni operadores que lo conecten con la militancia, le signifiquen votos y le den los laureles del triunfo. 

Nosotros hemos sido claros en señalar que no hay candidatos con la solera, el liderazgo y la visión de estadista necesarios para el ejercicio del cargo. Que la presidencia debería quedar supeditada para aquel militante que ejerza o haya ejercido la Presidencia de la República y no para un puñado de ambiciones, que ven en el puesto, un título para su hoja vida, una membresía para el orgullo de los familiares o un cheque en blanco para seguir lucrando en éste rentable negocio de la política, en el que se ha convertido la militancia en ACCIÓN POPULAR, al negociar como cabeza la próxima alianza electoral que nos permita seguir sobreviviendo. 

A pesar de haber quedado demostrado que los congresistas no tiene el tiempo ni la disposición para dedicarse a la ardua tarea partidaria, los candidatos favoritos, son congresistas y no han tenido ni siquiera el pudor, de presentar o de hacer pública una propuesta programática sobre el futuro que pretenden construir. Tal vez éste sea un acto de honestidad política, porque no tiene la menor intención de modificar el statu quo partidario. Porque en un partido donde el pensamiento y el conocimiento no interesan, donde la mediocridad y el oportunismo abundan; lo que más se necesita son los chifitas de reglamento, las comilonas; la prebenda, el ofrecimiento del cargo partidario, la demagogia y el sacrificado trabajo de las prestigiosas geishas institucionales, que comprometen el voto.

En el contexto anterior, resulta sintomático que en las Vice Presidencias en pugna, estén dos viejos líderes, que en la política nacional no representan nada y que para la política internan expresan la gerontocracia decadente del partido ante la poca ambición y carácter de los cincuentones que deberían hoy tener las riendas del colectivo. La Sra. Bertha Arroyo de Alva, que como Defensora del Afiliado fue una figura decorativa y que pidió que no le enviaran a su despacho correos electrónicos sino cartas  -un hecho que la pinta de cuerpo entero- antes que reemplazar a Guevara en la conducción del partido va a ser su operadora política, la que simplemente cumpla con los mandados. En el caso de Diaz Orihuela, el figurettismo de Vitocho, no admite competencias -menos aun en épocas electorales- y lo más probable, es que esta dupla presente fisuras en el breve plazo de asumir el cargo, porque Diaz Orihuela, sabe que una cosa es con guitarra y otra con cajón. Que una cosa es hacerle la patería a Alva Orlandini y otra cosa es ser Vice Presidente del partido. Y Vitocho como Presidente, lo único que va a permitir como propuesta política, es el que el partido es él.

Lo más dramático de la elección es que ninguno de los dos candidatos tiene una propuesta de partido, una visión articulada de país. Mientras el Ing. Guevara, se corta las venas por Belaunde y por Paniagua y repite con un discurso -lleno de lugares comunes- los mismos postulados de hace cincuenta años. Por oposición, Vitocho es el político pragmático, que ante la mediocridad de sus pares, administra su prestigio, sabiendo pararse con soltura en el caricaturesco escenario de la política criolla; en el que también, lamentablemente ha hecho de payaso y de bufón. Quienes se aglutinan alrededor de ambas candidaturas, lo hacen en función de sus intereses personales o de grupo, pero no en función de ideas.  Ese es el caso de los Del Aguila y de Kessell, que ante un García como Presidente, ausente en las preocupaciones internas, apuntan a seguir controlando el partido. 

El problema de los aguiluchos y del pobre Kessell, es su dilema hamletiano futuro. Obligados por las circunstancias a hacer ingresar a Raúl Diez Canseco después de traicionarlo, es difícil saber en un escenario electoral interno, por cual de sus patrones se van a inclinar finalmente de cara al 2016. Si por un Vitocho Presidente o por un Diez Canseco (que regresa para ser protagonista y no segundón)  que tiene una cancha más grande para mover políticamente sus fichas.

La crisis, la corrupción interna, los negocios y los negociados de la campaña anterior, el presente y el futuro del partido, son temas que han sido ignorados por los dos candidatos. La militancia, las bases no ha merecido su atención. Ellos -los futuros Presidentes- dicen no leer los foros, ni tienen necesidad de utilizar el internet; basta echar mano de los operadores conocidos para comprometer el apoyo; de reunirse con los que votan a la hora de elegir Presidente; de pagar el pasaje de los provincianos; de invitar el chifita de reglamento y del discursode orden  con los lugares comunes de siempre. Como hay que elegir, como uno de los dos va a ser Presidente, como nada va a cambiar, votamos por el hambre o la necesidad. Y hay gente que se entusiasma por un nuevo enterrador del partido. 



viernes, 7 de noviembre de 2014

N° 300 - NOVIEMBRE 30 DEL 2014

LA ELECCIÓN DEL "LIQUIDADOR" DEL PARTIDO:


Aunque se anuncie como la elección del presidente de ACCIÓN POPULAR; la mera verdad es que el próximo 30 de Noviembre, lo que se va a elegir es al nuevo liquidador del partido, al nuevo síndico de quiebras que avance en el proceso de disolución. Y lo anterior es tan cierto, como que el elegido -cualquiera que sea dentro de los que se están voceando- no va a ser un personaje que sume, no va a ser un elemento de unidad, un factor de aglutinación de ideas y de propuestas para salir de la crisis y tener presencia política. Porque no tenemos un liderazgo con sentido del valor de lo colectivo para satisfacer equilibradamente, el legítimo interés personal que tiene la política. Porque no tenemos un líder con visión de estado, con carisma, que es esa capacidad de volver "activa" a una masa, de encandilarla, de enamorarla, de hacer que las masas lo sigan y voten aluvionalmente por él. No tenemos un líder que haya mostrado voluntad política, de propiciar un cambio en las estructuras partidarias, que construya la plataforma política que proyecte el legado de Belaunde en el Siglo XXI. Porque no tenemos un líder con la suficiente fuerza  y respeto entre sus pares de los extramuros de Paseo Colón, para darle valor agregado a un partido devaluado; a un partido que solo sirve para hacerla de comparsa en el juego de caretas de la política criolla.

Lo que tenemos hoy en ACCIÓN POPULAR, son políticos comunes y corrientes, militantes para quienes su principal objetivo es el Congrezoo de la República o la reelección. Lo que tenemos, son maestros de la argolla; políticos desangelados, sin sabor, sin capacidad oratoria y con un mal manejo del lenguaje. Personajes duchos en el arte del embuste; en el del engaño, de la intriga política y el cubileteo. Dirigentes que a lo largo de su dilatada ejecutoria, se han mostrado siempre conservadores en extremo, sin ideas que trasciendan, sin capacidad  de formar grupo o cuadros con las personas más capaces y talentosas dentro y fuera del partido; porque  entre la tropas de élite que eligen  para secundarlos en el abordaje, están siempre los mediocres, los incondicionales, los bobos y los oportunistas frente a los que ellos se sienten inmensamente superiores.

En un partido donde la gente se conoce de memoria, porque se rotan en los cargos permanentemente y se ven las caras siempre; no hay por lógica elemental, posibilidad de que de más de lo mismo salga algo diferente. Sobre todo porque lo que marca la elección es la ambición, el interés personal, la seducción por el cargo, la pasividad de lo poco o casi nada que queda de militancia, para seguir usando hasta donde se pueda el membrete partidario; en el entendido de que "El que parte y reparte se lleva la mejor parte"
.
Lo que se va a elegir el 30 de Noviembre es simple y llanamente un factor más de división. Lo que se va a elegir el 30 de Noviembre es el personaje que pueda negociar desde su mejor perspectiva la posibilidad de seguir manteniendo el registro. El que pueda lograr para si y para otros la mayor cantidad de curules en la alianza que nos cobije en las elecciones del 2016. El que levante el Sagrario donde se guardan las cenizas de Belaunde y Paniagua, para que los incautos sigan creyendo que somos un partido político y voten por nosotros.  Lo que diga el estatuto sobre las funciones del presidente del partido no importa. Hace tiempo es letra muerta.


jueves, 30 de octubre de 2014

N° 299 - COCOCONCHUUUUUUUUUUUUUUUUDOS


LA FIESTA ELECTORAL DE LOS DEL ÁGUILA:


Después de las Elecciones Municipales y Regionales del 2014, la élite política de ACCIÓN POPULAR; la cúpula que detenta el poder, los líderes del partido; no tienen tiempo para la auto crítica, para analizar la realidad del partido y los resultados electorales. Para el debate alturado de ideas, para el intercambio de visiones y de posiciones sobre el colectivo y el programa. Para la democrática lucha por un poder que interprete y represente en función de las ideas aurorales de Belaunde un país con justicia social.

Todos los "líderes" sin excepción guardan silencio o muestra una simple "preocupación", que en términos reales viene a ser lo mismo. Unos se aprestan a tomar la presidencia que les asegura la tajada electoral del 2016. Y por eso llaman gigantes a los pigmeos políticos que abundan en el partido. Por eso, como en los tiempos del "pisco y la butifarra" , los otros invitan comilonas de "agradecimiento"; esas que compran conciencias y dignidades de mercancía. Es en esos convívios, donde los egos de los líderes se levantan, donde se sienten "seres superiores", porque los oportunistas y los convenidos -tocando la lira- les cantan odas a su "sacrificio electoral" del 1% en la pasada elección; mientras las cortesanas; las geishas y las candys políticas, inventan el "gran partido" que supuestamente somos o buscan en medio de las miserias del poder, la escalera que las conduzca a la candidatura congresal, al carguito que maquille su mediocridad y las haga importantes.

Lo concreto y lo real, es que este es lamentablemente el nivel de la política criolla, estos son los partidos de la hora presente. Más allá del cinismo histrionico, de la retorica efectista y de la demagogia, se trafica o se falsifican valores o principios democráticos en beneficio propio. Se corrompe la poca institucionalidad que existe. Se muestra sin empacho y sin vergüenza la larga cola de la pendejada en la política. No hay capacidad de renuncia, no hay contenidos, No hay voluntad política que genere consensos y que busque reinventar el partido y salir de la crisis, para hacer política con decencia y con sentido social.

Un partido se construye de arriba para abajo. Pero en los predios de Paseo Colón los únicos que hablan de cambio son los de abajo, los indignados, el militante que cree que es posible hacer política honestamente y sin caretas. Los "líderes partidarios", esos que tienen pies de barro, esos que sacan -cuando les conviene- a Belaundes y Paniaguas de utilería; los que repiten de paporreta preceptos ideológicos de hace cincuenta años, que hoy no están vigentes, pero que en auditorios de ignorantes y de complacientes sirven supuestamente por mil años más, guardan silencio. Como  guardan silencio los tibios, los timoratos, los que creen en el cálculo político como ejecutoria y que simplemente esperan ver como sopla el viento o por donde se cargan las tintas para inclinarse. Porque eso es finalmente también hacer política. 

En un partido que ha dejado de ser en la entraña y en la esencia el partido de Fernando Belaunde. En un partido que es una estafa al pueblo, porque no representan a nada ni a nadie. Porque  una élite o una cúpula y sus manchitas, ejercen arbitrariamente y a su antojo y conveniencia el poder; y solo buscan satisfacer sus intereses personales y engañar al pueblo. Se tiene por decoro que mostrar la lucha de los sectores que están en contra de esta mafias políticas. Se tiene que expresar que hay en la interna partidaria, capacidad de indignación y de denuncia, frente a vergonzosos  cantos de sirena; como estos de los Del Águila, donde festejan con globitos su pobre votación, donde los ayayeros aplauden sus perfomances políticas de 1%, porque son supuestamente "dignas de elogio" y de "admiración". Cantos de sirena que son aprestos para buscar mantenerse en el poder.

Más allá de ese su efímero poder; de ser los Sumo Sacerdotes de este belaundismo falso y con ribetes delictivos, hay que demostrarle a la cúpula partidaria, a la élite; a los "líderes" que tenemos. Que la política no es servilismo barato. Que la política no son simples frase de cliche. Que la política no es complacencia con el poder. Que ellos están lejos de esa membrete de "reserva moral del país" con el  que se etiquetan y se llenan la boca todos los días.




viernes, 24 de octubre de 2014

N° 298 - LOS GASTOS DE CAMPAÑA

UN ESPINOSO TEMA QUE MERECE ACLARARSE:
En un país donde uno de los grandes problemas es la corrupción, la política termina no siendo ajena a prácticas que significan un gran drama nacional. Si a ello se suma que no hay en el Perú institucionalidad, que no hay partidos políticos, que somos un país con una marcada tradición autoritaria, que hace que el concepto de ciudadanía -y por ende el de militancia- este relativizado por el uso y abuso del poder, queda claro que hay coyunturas como la de los procesos electorales; en los que  la lógica, el sentido común y la razón; nos llevan a presumir frente a hechos determinados, que ante la falta de institucionalidad y de fiscalización; siempre alguien termina beneficiándose o sacando provecho de su condición de líder, de posiciones dominantes o de ubicaciones en determinadas estructuras de poder.

En los últimos tiempos, los casos de Alejandro Toledo y de la pareja presidencial, denunciados por la prensa; judicializados en un caso -y a la espera del 2016 para conocer las "asesorías que sirvieron para maquillar aportes chavistas y de otros sectores- son ejemplos de como dineros de campaña terminan supuestamente en los bolsillos de los líderes y no sirven para financiar lo que deberían financiar; esto es las campañas de los procesos electorales. 

Y lo anterior es tan real, que el gran problema de los órganos electorales, es que como los políticos hacen las leyes -en temas como estos- los hacen a su medida y a su favor y no dan cuenta de los fondos de campaña o los dan a medias. Y no pasa nada. 

No pasa nada porque la ley hace que no pase nada, porque de lo que se trata es de las cúpulas política enquistadas en los partidos políticos -a los que le da la espalda el ciudadano común y corriente- van a seguir manejando (como en el fútbol) esta folklorica democracia, que por culpa de una mediocre clase dirigente, sigue sin un proyecto de país y una visión de futuro sostenida y sostenible.

En  en el caso de ACCIÓN POPULAR,  en la pasada campaña electoral, a mi me toco personalmente  -en vivo y en directo- conjuntamente con otras personas, conocer dos situaciones, que tenían que ver con financiamiento político electoral para la campaña, a dos (2) posibles candidatos del partido a la Alcaldía de San Miguel. En el primer caso, el mismísimo  Secretario General de Lima Metropolitana y Candidato a la Alcaldía de Lima, le pide al posible candidato, abrir una cuenta mancomunada de CINCUENTA MIL DÓLARES (US. 50,000.00) con uno de los hombres que estuvieron "apoyando", "colaborando" o fueron "cercanos" a la campaña. No digo "asesor" porque varios de los connotados militantes que estuvieron en esos menesteres, han dicho que no lo fueron y aunque todos en el partido los reconocen como tal, se han enojado con el membrete. 

En el otro caso, el hermano de la Secretaria Nacional de Juventudes, le ofrece a otro ciudadano el cargo y la candidatura y le piden la misma suma para financiar la campaña. Ambos personajes desistieron lógicamente de postular y creo que allí se materializa la candidatura a la Alcaldía de San Miguel de la Dra. Greta Minaya, patrocinada por el liderazgo, la identificación partidaria y el talento político de los hermanos Jauregui -Don Luis Jauregui fue su Primer Regidor-  para llenar el vació y cumplir con el objetivo de la dupla Del Águila-Kessell, de  "poner candidatos en todo el país". Si de algo estoy seguro, es que a la Dra. Minaya no se le saco ni un mango  para postular. Ella se considera una persona plenamente conocida a lo largo y ancho del Perú, América y balnearios y su campaña fue "ecológica": Sin papel, ni afiches, ni nada que contamine el medio ambiente. 

El financiamiento económico de campañas no es malo per se, es parte de la practica y de la necesidad del quehacer político. El asunto es que no se trate de "dinero sucio", que no sirva para que oportunistas, narcotraficantes o delincuentes de diverso pelaje, obtengan poder para impunidad o para sus actividades ilícitas. Que el dinero no se esconda o vaya a los bolsillos de determinadas personas para engrosar sus cuentas o su economía. Por eso es necesario dar razón escrupulosa del gasto. 

Independientemente de denuncias sobre cobros en diversas circunscripciones políticas. De candidaturas que terminan siendo incompatibles con la ideología y la ejecutoria política del partido; como las de Miro Ruiz, el ex Congresista "mata perro" de orientación izquierdista, que termina como candidato a la Presidencia Regional de Huancavelica.  Don Alan Kessell, el mesero político de los Del Águila, ofreció tras el destape del JNE, retirar candidatos con sentencias, prontuarios o que estaban ética y moralmente incapacitados para postular y no lo hizo. Tal vez porque las "candidaturas en todo el país", que propagandizaban la idea de un partido de masas, de un partido con presencia política en todo el país, tuvieron  precio, sirvieron para financiar la magra campaña del Candidato a la Alcaldía de Lima  y en esas circunstancias, es difícil desandar lo andado. 

En el contexto anterior, el Diario EL COMERCIO, del pasado 17 de Octubre, informa que el partido ACCIÓN POPULAR, tiene un ingreso reportado en la campaña para las elecciones regionales y Municipales pasadas, del orden  de los DOSCIENTOS SESENTAICINCO MIL SEISCIENTOS TREINTAIOCHO NUEVOS SOLES (S/. 265,638.00). Que los  gastos de Campaña reportados para las Elecciones Regionales y Municipales son del orden de los NOVENTAISIETE MIL TRESCIENTOS DIECINUEVE NUEVOS SOLES (S/. 97,319.00) y que se tiene una valorización  de Gastos en Publicidad; que según la OFICINA NACIONAL DE PROCESOS ELECTORALES (ONPE) es del orden de los DOS MILLONES NOVENTAITRES MIL SEISCIENTOS OCHENATICUATRO NUEVOS SOLES  (S/. 2´093,684.00)  que se explican por la gran cantidad de paneles en todo Lima y que pueden tal vez justificarse, por la presencia en la lista de personajes de última hora con financiamiento propio.  El problema es que según la nota del Diario EL COMERCIO,  no se ha sustentado un solo sol de gasto en publicidad en comprobantes de pago.

Si a eso se suma que tras la campaña, el Secretario General de Lima de ACCIÓN POPULAR y candidato del partido a la alcaldía de Lima  Sr. Edmundo Del Aguila Herrera -cuyo padre es Presidente del Partido- aparece con coche nuevo; como aparecen también miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que estuvieron "asesorando" o "supervisando" la campaña en todo el Perú y que según diversas fuentes, no tienen trabajo conocido. Por lógica elemental, a la luz del malestar del militante, de diversos hechos que han generado mortificación y frustración en la militancia; un simple ejercicio de lógica y de razón, hace que se tejan conjeturas; que la gente hable. Nadie duda que enseñar a hacer tragos y sanwichs es un negocio educativo rentable. Que la "asesoría política" puede ser un "cachuelo" en épocas electorales. Pero en política, lamentablemente por la corrupción en la que estamos inmersos y la grave crisis moral en la que vivimos, hay conductas, hechos, actitudes e indiferencias que resultan ofensivas y poco criteriosas a tenor de los hechos expuestos.

Si durante la campaña y fuera de ella, se dice que ACCIÓN POPULAR es "La Reserva moral del Perú" . Si el discurso político del candidato a la alcaldía, giro alrededor de que se sigue la ejecutoria política de Fernando Belaunde; de que somos el partido de "La honestidad Comprobada". Quienes somos simples militantes de ACCIÓN POPULAR, quienes creemos que la política tiene que adecentarse, tiene que tener contenido y no ser retorica efectista, frases hechas, gesto y pose. Pensamos que estas cosas merecen explicarse y aclararse, no solo en ACCIÓN POPULAR, sino en todos los demás colectivos donde se han manejado fondos más importantes que los nuestros en campaña.

El partido vive una crisis terminal profunda, el país vive un grave crisis de los partidos políticos. Una crisis que no puede callarse ni esconderse debajo de la alfombra, por la falta de institucionalidad y de liderazgo. Una crisis en la  que lo que esta en juego, es el Perú y por ello hay la obligación de levantar dudas y ser transparentes.  Al final la democracia implica el derecho a solicitar rendición de cuentas y a fiscalizar, frente a los posibles usos y abusos del poder. En esa dirección, el partido, los viejos líderes  o los que desde el escaño parlamentario y el interior del partido, tienen una determinada cuota de poder, no pueden mirar a otro lado. Se tiene que rendir cuentas. 

Si se tiene que nombrar alguna Comisión hay que nombrarla. Si se tiene que aclarar lo que se tenga que aclarar hay que hacerlo. Y aquí hablo de una fiscalización real, de un compromiso de parte de la élite partidaria; no de la participación de los portapliegos, de las geishas, los franeleros o del figuretti incapaz que funge como "Defensor del Afiliado" , que no ejerce su cargo; que se abstiene de votar en decisiones que tiene que ver con la institucionalidad del partido y al que lo único que parece interesarle, es sentarse en la mesa de honor en las actividades partidarias para sentirse importante.  

Si los magros resultados electorales ya son bastante para una crisis. Las sombras de practicas que han generado división, repulsa y confrontación al interior del partido, por hechos que implican una percepción o una obligada calificación -gracias a un simple ejercicio de lógica y razón- no pueden ignorarse. La pirotecnia verbal en éstas cosas no sirve.


viernes, 17 de octubre de 2014

N° 297 - ALAN KESSELL

NO HAY MUCHO MÁS QUE DECIR:


La política tiene que ver con propuestas, con ideas, con conductas políticas. La política tiene que ver con el arte de gobernar, de dirigir, de conducir a las masas. La política implica verdadera  vocación de servicio, sueños,  pasiones y romanticismo. El quijotesco reto de enfrentar molinos de viento por ideales y principios. Algo difícil en estos tiempos, donde la demagogia clientelista, la mediocridad y el oportunismo, se refugian en intereses personales, en la vanidad personal y en el desprecio por el  ignorante, por el necesitado, por el timorato, por el débil o el ingenuo, al que simplemente se utiliza o se avasalla. 

El gran problema de la política es el poder. Por el poder se puede trabajar por cambiar el mundo o por cambiar uno mismo o mejor dicho, por utilizarlo en beneficio propio. Es por ello que la institucionalidad es prioritaria; porque en política no hay santos, no hay -a diferencia de los héroes- en los personajes que se dedican a ella, capacidad de unidad real y permanente. Por eso, los políticos terminan siendo a pesar de sus aportes, referentes fraccionados de país, que representan grupos sociales, sectores de la sociedad; partidos. Es eso lo que son Belaunde, Haya o Mariategui, por más que sus seguidores los quieran elevar a los altares de la patria y presentarlos como iconos de unión entre los peruanos. Por más que en la pasada campaña electoral, Edmundito Del Águila  -que salio del anonimato, gracias a que por el dinero de Raul Diez Canseco (a quien después traicionan) llegan al  poder- haya querido que la honestidad, el talento y el talante de Belaunde, se adhiera por obra y gracia del espíritu santo a su persona. Por más que sus interesados poetas, lo identifiquen con "el joven Belaunde" y canten loas a esa grosera semejanza, que ofende a un personaje -que más allá de su errores-  fue un político inteligente, de democrática y honesta solera. 

Y decimos esto porque en política hay que tener muy claro que lo que se cuestiona son las conductas políticas, los intereses personales, la vanidad personal, la pendejada que implica el quehacer político que se trafica como búsqueda del beneficio de grandes mayorías nacionales, que terminan siendo simplemente votos, escalones para llegar al poder.

Y lo volvemos a decir porque con los Del Águila llego al poder, Don Alan Kessell; que dicen en Paseo Colón que es un hombre decente (algo de lo que no dudamos) y que era el mejor amigo de la mano que les proveyó de los recursos para llegar al poder -con lo que la traición es doble: Vileza y traición- y que es el sicario político para matar un partido que ya languidece en la escena política nacional, aunque haya ignorantes sabelotodos, que hablan de unidad, de trabajo, de construir partido y de juventud. Como si la generalidad y la frase hecha tuviera contenido y sabiduría. Como si la juventud sin talento, conocimiento y capacidad bastaran para no quedarse en voluntarismo.

Lo concreto y lo real, es que un anciano enfermo, sin personalidad ni talento político, al que eligieron por "empresario"  -y no por enterrador- y porque decían los incautos, que el dinero de Raul Diez Canseco iba a "levantar" el partido; termina siendo un personaje nefasto - como lo son los Del Águila- para lo poco que queda del partido. Lo que percibe el militante (a  su falta de coraje democrático para enfrentar la ilegal postulación de Lescano en una pasada elección) es  su mediocridad como político, su servilismo con los Del Águila, su autoritarismo de caricatura, su pésima gestión dirigencial. Con un personaje así, solo queda mirar a las cúpulas partidarias, a quienes tienen espectativas o a quienes beneficia o puede beneficiar esta forma de hacer política y partido; para preguntarles si no les da vergüenza mantener a Kessell en el poder. Si no se ven reflejados en tan insignificante y cantinflezco dirigente, que es "dirigido" por Del Águila Morote y que  finalmente representa lo que ellos dicen representar. 

Hacer de la política un teatro de ilusiones, implica buenos actores. Y hace rato, que ni los Del Águila ni Kessell, con sus geishas, sus poetas y sus mentores, interpretan bien su papel. Como no lo hacen tampoco, quienes ostentan el verdadero poder. No hay mucho más que decir.





martes, 14 de octubre de 2014

N° - 296 "LA CALIDAD DEL VOTO, EL RESPALDO POPULAR Y LA PROMOCIÓN DE CUADROS"

EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES Y REGIONALES DEL 05 DE OCTUBRE:



Van a ser diez días desde que se llevaron a cabo las elecciones Municipales y Regionales del 05 de Octubre y en Paseo Colón,  a pesar de que los resultados han sido abiertamente negativos y desfavorables; nada ha cambiado en ACCIÓN POPULAR. 

No solo no hay un análisis serio de los comicios. No hay una actitud crítica o auto crítica al desempeño electoral del partido. No hay de parte de una militancia que se dice ideologizada y políticamente comprometida y dura; la fiscalización, la confrontación y el legítimo y democrático reclamo a quienes conducen los destinos, del cada vez más efímero legado político del ex Presidente Fernando Belaunde y que están obligados a dar cuenta de su gestión y a responder por sus actos políticos. 

Lo más triste de todo, es que no hay de parte de la cúpula que controla el poder -ni de la élite que esta fuera de la dirigencia- la menor intención de cambiar el rumbo y la dinámica del hacer política. De impulsar una reorganización profunda del aparato partidario, que abarque aspectos ideológico-políticos e institucionales, que renueven y refresquen una propuesta que hoy es gaseosa, demagógica, fragmentada e inconsistente. Que acabe de una vez por todas con el partido electorero, mercantilista y anclado en el pasado, que solo responde a apetitos personales y que es políticamente una estafa y un engaño al pueblo. 

Lo único que existe, es el subconsciente colectivo de candidatos que terminada la elección, creen que continúan en campaña y que sienten que su simple postulación es hacer partido. Lo único que existe, son los aprestos de los principales actores políticos para tomar la Presidencia; el secreto cubileteo de quienes se juntan por el poder de la interna partidaria. La búsqueda de la llave para asegurarse en la próxima alianza electoral, la candidatura o la re elección del 2016, en un partido hecho y deshecho, para satisfacer las pretensiones políticas de no más de cinco personas y de sus allegados. Una llave que esta en el cargo y en la mochila del Presidente del partido.

En medio de una derrota que era  previsible. Porque un partido carente de respaldo popular, sin líderes atractivos electoralmente para las grandes mayorías; un partido sin cuadros. Un partido que no forma; que no tiene visión para reinventarse como colectivo; que no tiene una propuesta de país. Un partido sin opinión pública, ni reflejos políticos para pronunciarse sobre la coyuntura o la realidad nacional. No puede por historia, lógica y sentido común, ganar una elección. 

Una elección que finalmente, en los predios de Paseo Colón, se dejo librada a protagonismos personales que pueden funcionar, en esos pueblos pequeños donde se han conseguido victorias, que se presentan como "grandes triunfos", en un contexto donde se abrió el partido a cualquier candidatura; no solo por el beneficio económico de quienes siempre lucran en estos escenarios, sino porque el pretexto de la presencia electoral "en todo el país", es siempre el argumento perfecto para maquillar la derrota y para levantar el ego de la mediocridad con poder.

En un partido con una arquitectura de hace cincuenta años, que solo sirve para satisfacer intereses determinados, los Del Águila y su portapliegos en la Secretaría General Nacional, son simplemente transitorios usufructuarios del poder; que tranquilamente pueden ser reemplazados por los que, en la misma orfandad política y programática de los Del Águila, buscan simplemente lo mismo: el poder. Un poder que usa el membrete, la franquicia, el nombre y el legado de Belaunde para -llenándose  la boca con un discurso demagogico y efectista, alrededor de lo que Belaunde y su partido representan- satisfacer intereses personales o de grupo, repartir carguitos y hacerse de la vista gorda a las pillerías propias de la política. 

Que los ignorantes, los ingenuos o los oportunistas sigan  afirmando o haciendo creer, que esto es todavía un partido político; que representa la obra, las ideas y el legado político de Belaunde, así como los grandes intereses nacionales. Es identificar como iguales, a la miopía política con el estólido cinismo, de quienes  ofendiendo la inteligencia ajena, convierten esta derrota en victoria, hablan de "análisis cualitativos y no cuantitativos" de los resultados. De que la votación obtenida, refleja "respaldo popular" o  "promoción de cuadros" cuando políticamente y electoralmente no somos nada y cuando en muchos casos, candidaturas a Alcalde o Regidurías, han estado ocupadas no por gente capaz, profesional o idónea; sino por personajes ligados a la actual administración, sin mayor mérito que el de ser militante y que han encontrado con una irresponsable facilidad, un instrumento para salir del anonimato, para obtener figuración, para satisfacer su ego personal o para que el ciudadano independiente calibre la crisis de los partidos, al ver en cargos de representación popular tanta mediocridad. 

Si a todas nuestras limitaciones y excrecencias, se suma un partido fraccionado, dividido, sin imaginación y sin liderazgo. Un partido que se debate en una crisis que no solo es institucional y política, sino que es ética y moral, porque como nunca antes se mercantilizo el proceso y se dio paso al rompimiento de la precaria institucionalidad existente; para que   -por un puñado de billetes- gente políticamente impresentable o ideologicamente distante, nos represente; queda claro que esta es una crisis terminal. 

En ese tinglado donde la caricatura resulta formal y de solera, no queda otra cosa -para quienes la política es honestidad, es veracidad, decencia y grandes intereses nacionales- que luchar para desenmascarar esta gran farsa que no representa ni a Belaunde ni a su legado. Para desnudar la miseria política de éste sainete, que montan los fariseos y los Sumos Sacerdotes de este acciopopulismo de mentira, que gritando frases de cliche, como la de "Honestidad Comprobada" o de que somos la "Reserva Moral del Perú" dicen  que "Belaunde Vive" .......y algo más:  Con el actoral cinismo de quienes dicen representar al pueblo, insisten en llamar a este grotesco gheto político "ACCIÓN POPULAR". Y eso no es verdad.



  


lunes, 25 de agosto de 2014

N° 295 - LA INDEMNIZACION EXTRA CONTRACTUAL Y LA ÉTICA POLITICA

A PROPÓSITO DE LA NEGATIVA A RETIRAR AL CANDIDATO DE SANTIAGO DE SURCO:




El Sr. Alan Kessell Del Río, es un hombre de doble discurso. Un hombre que como Jano -ese personaje de la mitología romana- tiene dos caras. Ante la opinión pública, anuncia enérgicamente que se va a retirar a los candidatos con sentencias de narcotráfico, violación y otros delitos. Sobre todo al Candidato de Santiago de Surco, que tiene  sentencias por violación, cohecho, fe pública y alimentos, que lo hacen políticamente impresentable y que por ser candidato de  un Distrito de Lima, tiene una mayor exposición pública. Pero a esa cara, en la interna, el Sr. Kessell muestra la otra cara y se niega a retirarlo, porque según él, "connotados abogados del partido",  le han expresado que  "va a enfrentar el partido o él un proceso judicial", porque el Sr. Eloy Saldaña, el candidato de la violación y otras sentencias; dijo la verdad, su proceso es cosa juzgada y él ya esta rehabilitado.

En ese contexto, como yo creo que esa interpretación es jurídicamente inaceptable. Como no tiene sustento, es absurda y cantinflezca. No tengo ningún problema en rebatirla en tinta sobre papel, no solo para ver si "los ilustres juristas" de ACCIÓN POPULAR, defensores de la tesis anotada, tienen la decencia política, la hombría de bien y la honestidad intelectual, de defender públicamente sus conceptos; sino porque estoy convencido  que estos "jurisconsultos", no tienen la menor idea de lo que es la ética política y la moral pública. Y finalmente, porque estoy seguro, que en lugar de meterle miedo al pobre Kessell, se tiene que hacer docencia política y se tienen que debatir ideas y propuestas; porque de prosperar esa leguleyesca interpretación -aunque a muchos no importe- a quien va a terminar haciéndole daño es al partido. A un partido controlado hoy por buitres de la política que solo ven su beneficio personal.

En principio, en el supuesto que un candidato con prontuario sea retirado, el proceso que este podría instaurar,  no sería al timorato Secretario General Nacional, sino al partido como colectivo, como institución. Ahora bien, es necesario indicar que la candidatura a un cargo de elección popular, no es un contrato; porque no estamos frente a una relación jurídica de carácter patrimonial. Una nominación a un cargo público, una candidatura, es una prerrogativa (otorgada por ley) un derecho, que tiene un partido político o un frente regional o un movimiento independiente inscrito en el JNE, para presentar a un militante o un ciudadano, en un proceso electoral determinado. 

Un candidato es la parte subjetiva de la oferta política de un partido; para que en caso de ser elegido, cumpla una función pública; dentro de parámetros programáticos e ideológicos de su agrupación. En ese contexto, lo que implica un cargo público, es capacidad, idoneidad, honestidad, valores éticos y morales en la persona que va a gobernar; que va a dirigir los destinos del pueblo. Por eso es que la autoridad electoral pide curriculum vitae, antecedentes judiciales, relación de sentencias. Por eso es que la sociedad y la autoridad electoral reclaman por la presencia de este tipo de personajes, que por tener sentencias, que por haber delinquido, siembran dudas razonables de su idoneidad para el cargo y piden su retiro.

En el contexto anterior, hay una relación de causalidad entre el partido y el candidato. La representación política implica una serie de elementos que los identifican como un todo y que fundamentalmente en el caso del candidato, tiene que ver con la capacidad, con la idoneidad, la honestidad, la ética y la moral. En un candidato, los factores éticos; los principios y los valores en el individuo, son fundamentales para un buen gobernante, para un buen gobierno, para un gobierno honesto, en un país marcado por la corrupción, por el predominio del anti valor que impera en una clase política bastante desprestigiada. 

La responsabilidad civil, la teoría del daño,  implica en principio, la antijuricidad del hecho, la ilicitud de una acción que cause daño. En política, retirar un candidato que tiene tres sentencias, por más que haya sido honesto en declararlo, por más que se trate de una sentencia cumplida; no puede significar un daño (al candidato) que implique una responsabilidad indemnizatoria. En lo estrictamente jurídico, lo que prima en el quehacer político es el valor ético y moral,  que implica la función pública, la representación popular. Una representación popular que nace del derecho que detenta el partido de participar en la elección y presentar candidatos y propuestas; y que implica una responsabilidad frente al pueblo. 

La teoría jurídica establece con meridiana claridad (Art. 1971° del CC) que no hay responsabilidad en el ejercicio regular de un derecho. Y los partidos tienen el derecho de nominar sus candidatos y retirarlos, dentro del marco conceptual de los valores y principios de la democracia y de lo que significa la representación popular. Por otro lado, retirar a un candidato implica la legítima defensa de la imagen del partido ante el país o en salvaguarda de un bien social. Retirar a un candidato que ha tenido sentencias condenatorias, por más que sean cosa juzgada y que se haya "rehabilitado", no puede ser considerado un hecho ilícito materia de una indemnización; esto en la medida, que la supuesta conducta dañosa, esta justificada en criterios éticos, morales, de sentido común, que convierten en lícita la supuesta conducta que daña. 

La rehabilitación de un delito, que daña a la sociedad, tiene en la esfera de la política, en el ámbito de la exposición pública de la representación popular, un sentido diferente al de la re inserción social en otras esferas de la sociedad. Los "destacados" juristas partidarios, proclives al poder, a la interpretación antojadiza e interesada, ignoran que el perfil ético de los candidatos es en la política fundamental. En suma, una cosa es que un candidato con prontuario en vez de curriculum vitae pueda demandar al partido. Otra cosa es que tenga éxito. En ambos casos lo que va a tener es el repudio de la sociedad. 

Si el Señor Kessell le quiere seguir haciendo caso a Edmundo Del Águila Morote o a los demagogos y politiqueros, que controlan un partido jaloneado por intereses personales; pero que lucha en la interna por dignificar el legado de Belaunde y reinventarse. Si el Sr. Kessell se quiere seguir haciendo el tonto, el que lo asustan por satisfacer sus intereses personales o los intereses de sus socios de turno. Si hay razones de tipo económico para mantener éste tipo de candidatos, es mejor que se busquen otra excusa.



sábado, 23 de agosto de 2014

N° 294 - ¿ UN NUEVO LÍDER EN ACCIÓN POPULAR?:

 ELECCIONES, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y OPINIÓN PÚBLICA:

En la clase dirigente de ACCIÓN POPULAR; y llamo "clase dirigente" a todos aquellos militantes que tienen determinadas cuotas de poder, que son o han sido, autoridades partidarias, que son o han sido congresistas, Ministros de Estado o autoridades locales y que están alrededor de la interna del poder. En todos ellos digo, hay un problema de percepción del valor de la opinión pública, en cuanto al quehacer político y por eso, la crisis interna además de la agenda propia y de los intereses personales; tiene tantas dificultades para construir un proyecto de renovación, de reinvención o de renacimiento partidario. Y el resultado es que el partido languidece, en medio de tristes interpretaciones, como la de Vitocho, que expreso en un programa de la tarde noche de ayer, que los partidos para lo que sirven es para participar en elecciones. Aunque no le falta cierta razón, no es posible que aunque no se tengan cuadros, propuestas, presencia, se debe obligatoriamente, participar por participar en elecciones. Hay que ser responsable y selectivo. Pero esa es la filosofía del Del Águila encaramado como Presidente del partido. Ese es el éxito que proclama Kessell y Cía: "Candidatos en todo el Perú".

En ese contexto, un partido sin presencia política, sin una propuesta programática, sin pronunciarse sobre la coyuntura nacional; sin figuras públicas visibles -mas allá de los congresistas- sin jóvenes y talentosos políticos que ofrecer y sin cuadros (salvo honrosas excepciones que se van a perder sin partido) es difícil que se gane una elección en Lima (cosa que es diferente en provincias) porque no solo se carece de una maquinaria electoral significativa, sino porque la acción de los medios sobre el público, que en la capital es fuerte, frente a un partido intrascendente, va a ser y es significativa. Un político sin carisma, sin propuestas, sin capacidad para subirse a la ola; es lo mismo que un partido sin programa, sin técnicos ni líderes y sin respaldo popular. Y no es cuestión de dinero, de que los periodistas se vendan. Esa es una excusa que no es perfecta.

En la sociedad contemporánea; la reacción de las masas frente a un hecho, puede ser espontanea, pero tras la acción de los medios de comunicación sobre el público, ésta termina cediendo ante la interpretación del mismo; ya sea como acto propio o bajo la influencia de los medios de comunicación masiva. La resonancia o el eco que un determinado suceso produce en quien luego informa, es fundamental en la cadena. Y digo lo anterior, porque el Sr Eloy Salcedo, Candidato del partido a la Alcaldía de Surco, no ha sido renunciado ni ha renunciado al hacerse pública su sentencia de violación, la de fe pública y la de alimentos. Y la decisión partidaria tiene diversas interpretaciones, desde una contribución significativa a la campaña de Edmundito, pasando porque como el Primer Regidor es el hermano del Congresista Mesías Guevara, de lo que se trata, es de que éste llegue al Concejo, para brindar su contribución de servicio al distrito, al partido y al país; o finalmente; una tercera interpretación, es porque el timorato y levudo de Alan Kessell, cree que realmente, lo van a demandar por daños y perjuicios si los saca.

Frente a esas especulaciones partidarias, el candidato Eloy Salcedo, sufre de complejo adánico. Se cree un predestinado, un candidato favorito o ganador. Pecha a la prensa al mejor estilo de María Jara; arremete contra el JNE, blandiendo la lanza y llamándolos irresponsables y repudia a los militantes que solicitaron su salida, porque se considera "que él ama y trabaja por el partido, que es el candidato favorito en Surco y por último, que es discípulo de Belaunde" como lo fue hasta el año pasado de Luis Bedoya Reyes. Lo anterior, porque cree que sus sentencias por violación, por cohecho activo, falsificación de documentos  y  por alimentos; no le van a hacer mella. Porque esta convencido, que sin carisma, sin liderazgo y sin un discurso político coherente y articulado,  metiendole plata a la campaña, el "pueblo surcano" va a votar masivamente por su candidatura. Es decir,  su campaña va a vencer a la opinión pública negativa, generada por los medios de comunicación frente a antecedentes que lo hacen políticamente impresentable. David va a vencer a Goliat.


Y en medio de un partido que solo es una cueva de ambiciones personales, un membrete y una franquicia para postular a un cargo público; este ex militante del PPC hasta el 2013; recibe el apoyo de los que algo sacan con su candidatura, de los que se ganan alguito con la campaña; de los que especulan con el oportunista "y si gana". De los que creen que hacer partido es esconder la basura debajo de la alfombra. Ha nacido un nuevo líder escribe Javier Velasquez Vasquez, ex- Defensor del AfIiliado; mientras Erick Amiel  Meza, miembro en desgracia del Comité Nacional Electoral le da un like y  las geishas locales, las del distrito, muestran los dientesSalcedo anuncia  un gran mitin para hoy en la tarde. Un mitin "Por la Honestidad", con la presencia de su padrino Mesías Guevara Amasifuen,  con el "Tío Ronco", sorteos y regalos.  Surco es una fiesta.

Al final, el distrito es según esta interpretación de la clase dirigente de Paseo Colon, un pueblo de ignorantes y en éste país, los valores, la decencia, la honestidad no cuentan, la candidatura que es en un partido de misios importante va. Este es por último, un país sin memoria histórica y por eso, los que forman clase de la clase dirigente del partido, los que en la próxima elección van a postular a algo o van a poner a su gente el 2015 para asegurar su 2016, no dicen nada sobre el candidato del violín. Como no dicen tampoco nada los que se "preocupan" por la situación del partido y dejan que las cosas se arreglen solas. 

Después del 05 de Abril veremos si Mesías Guevara tuvo buen ojo con el ahijado. Si la decisión de Del Águila fue la acertada. Si Kessell se salva del cadalso. Después del 05 de Abril veremos si ha nacido un  "nuevo líder" en Paseo Colón o Salcedo fue una simple ave de paso, que encontró el vientre de alquiler que el oportunismo partidario ofrecía. Y por último, veremos si de cara al 2016, la postulación de Edmundito Del Águila beneficia al partido...... o solo a él. Y nada más que a él.


sábado, 16 de agosto de 2014

N° 293 - EL "DR". DEL ÁGUILA MOROTE, EL COMITÉ POLÍTICO....

Y LOS  NARCOS, VIOLADORES Y LAVADORES DE ACTIVOS CANDIDATOS:



Frente a la realidad de un partido que se cae a pedazos; que sufre una crisis institucional, ética y moral nunca antes vista en los predios de Paseo Colón -y que si bien no es de ahora- se ha agudizado, por la falta de liderazgo, por los intereses personales, por la mediocridad y el mercantilismo de los Del Águila y de Kessell y Cía. Lógicamente, con la complicidad por demagogica acción o por omisión, de aquellos a los que les conviene un partido que no representa casi nada, que es un simple membrete y que parásita en la escena nacional, buscando aparentar lo que no  es, para que electoralmente -en cada elección nacional- una alianza o un puñado de votos, les de  la figuración que necesita su vanidad o su mediocridad; unas cuantas victorias provincianas o los cuatro o cinco cupos parlamentarios para que el partido siga sobreviviendo, para que sigamos jugando a la política.Y para que ellos continúen políticamente vigentes. 

En ese contexto, me resulta hamletiano, el calificar a aquellos militantes que hablan de que "no hay que ver las cosas negativamente, que los enemigos del partido están afuera, que hay que fortalecer el partido, que hay que trabajar y no criticar públicamente a los líderes  que tenemos, ni manchar honras, porque éste es un partido con historia y valores que tiene a Belaunde como icono".Como si en política, criticar pillerías y corruptelas fuera una ofensa. Como si el partido fuera primero que el país; como si los valores, los principios y la decencia, fueran primero que el silencio cómplice, que el espíritu de cuerpo o la ambición de poder.   En política, ante una realidad como la que vive hoy  el Perú y de la que ACCIÓN POPULAR no es ajena, ser o no ser es el dilema.

Si de defender esa "institucionalidad", ese "legado de Belaunde" se trata. Una defensa  que pretenda guardar las excrecencias debajo de la alfombra, lo único que  hace es defender el statu quo y darle valor a lo más nefasto del quehacer político, porque hace rato el balance como partido es más negativo que positivo. Porque hace rato no tenemos identidad ni propuesta de partido, ni visión de país; ni formamos cuadros, ni capacitamos al militante, ni nos pronunciamos organicamente sobre la realidad nacional. Y lo concreto y lo real, es que en el escenario anterior, se puede ser ingenuo, bobo....  o un gran pendejo. De aquellos que con demagogia y cinismo, lucran con la imagen de Belaunde, vendiendo un partido  inexistente, para el cual el poder o el beneficio personal es lo único que importa. Y como la ignorancia es audaz, en ese objetivo, lleno de caretas, de mentiras, de demagogia y de cinismo, en un partido sin proyecto político y sin visión de país -que solo hace política a través de sus congresistas- soltar  frases "intitucionalistas", frases ilusas, de cliche, que apelen a la "unidad" o al "trabajo" para "hacer partido", resulta ridículo y caricaturezco.

En medio de todo este escándalo sobre candidaturas impresentables, se reúne el Comité Político y el "Dr, jurisconsulto y mancha papeles" del Ing. Edmundo Del Aguila Morote, que ha demostrado sus dotes de leguleyo al interpretar antojadizamente en el anterior plenario los estatutos, manipular a la concurrencia, prorrogar un improrrogable mandato y darle al monigote político de Alan Kessell, el control de la Secretaria de Organización, que estatutariamente por ser Secretario General Nacional no puede ejercer. En medio de ese cónclave partidario del más alto nivel, ante la discusión de candidaturas que tienen cuestionamientos judiciales, éticos y morales; sale el "Dr. Del Águila" en el Comité Político, con el cuento de que hay que respetar la "presunción de inocencia", que los candidatos a los que se les saque pueden enjuiciar al partido. Apela "el Doc" al Artículo 14° de la Ley de Partidos Políticos, que nada tiene que ver en el tema, porque lo que se sanciona allí, son conductas anti democráticas derivadas de acciones o apología al terrorismo (1). A renglón seguido, hace que se nombre una "Comisión" presidida por la Dra. Yehidi Quiroz, Secretaria de Juventudes, que falsifico documentos para acreditar tiempo de militancia en el partido y poder inscribir su cargo en el JNE; comisión que integran los Presidentes de las Salas de Disciplina y el Sr. Daniel Quispe Machaca. Posteriormente hace que Alan Kessell saque un pronunciamiento negando que haya sentenciados por terrorismo o lavado de Activos. Un comunicado que el Sr. Kessell se va a tener que tragar en su oportunidad.

Para comenzar por el final. La  lista de 23 sentenciados por narcotráfico y lavado de activos, candidatos de ACCIÓN POPULAR, existe. Es proporcionada por el Ministerio del Interior al JNE. Y el que sin información o con la información que oculta, Del Águila haya convencido a los venerables ancianos del Comité Político que eso no es cierto, trasluce en principio, el que por más venerables que sean, quienes no tienen futuro político y están fuera de tiempo; no pueden conducir los destinos del partido. No solo porque no lo dirigen ni orientan, sino porque terminan manipulados por quienes, como Del Águila, defienden determinados intereses; sus intereses, sus candidatos y sus negocios o negociados políticos. Porque nadie me va a decir que los candidatos de la Región San Martín, los de Lima Provincias o Miro Ruiz, el "Mata Perro" no han dado un cobre por ser candidatos y lo son por su "amor al partido" o por su "identificación" con Belaunde.

No es fácil escribir estas cosas. Pero alguien tiene lamentablemente que decirlo. La política en el Perú hace rato que se ha envilecido, hace buen tiempo que esta marcada por la mediocridad con poder, por los intereses personales y por la corrupción. Aunque en política no hay ángeles ni santos, nunca antes se vio en  ACCIÓN POPULAR, este mercado de candidaturas, este remate de cargos públicos, donde la leguleyada, la troica y el abuso de poder marcan la pauta para el proyecto personal. Resulta caricaturesco  decir que somos "La Reserva Moral del Perú" y terminar defendiendo candidatos con prontuario, oportunistas con levita, pendejeretes con Master Card, solo por promocionar al crío. Por sostener la candidatura del hijo, al que "por amor paternal", Del Aguila Morote tiene que promover en  su futuro político.

Si hechos como éste que tienen que ver con la ética, con la moral, con la decencia, se dejan prosperar; no va a haber Belaunde que haga el milagro, ni Paniagua al que se prendan velas. Lo delincuencial y lo más nauseabundo de la política tendrá el protagonismo que le dan trece monedas y habremos vendido la ultima bandera que agitábamos en la batalla. La reserva moral en el partido de Belaunde no es retórica existe. Esta gente tiene que irse.

(1) Artículo 14º.- Declaración de ilegalidad por conducta antidemocrática:

La Corte Suprema de Justicia de la República, a pedido del Fiscal de la Nación o del Defensor del Pueblo, y garantizando el derecho a la pluralidad de instancia, podrá declarar la ilegalidad de una organización política cuando considere que sus actividades son contrarias a los principios democráticos y se encuentran dentro de los supuestos siguientes:
14.1 Vulnerar sistemáticamente las libertades y los derechos fundamentales, promoviendo, 
justificando o exculpando los atentados contra la vida o la integridad de las personas o la 
exclusión o persecución de personas por cualquier razón, o legitimando la violencia como 
método para la consecución de objetivos políticos.
14.2 Complementar y apoyar políticamente la acción de organizaciones que para la 
consecución de fines políticos, practiquen el terrorismo o que con su prédica contribuyan 
a multiplicar los efectos de la violencia, el miedo y la intimidación que el terrorismo 
genera.
14.3 Apoyar la acción de organizaciones que practican el terrorismo y/o el narcotráfico.
La sentencia firme que declara la ilegalidad de un partido político tendrá los siguientes efectos:
a) Cancelación de su inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas y en cualquier 
otro registro.
b) Cierre de sus locales partidarios.
c) Imposibilidad de su reinscripción.
La sentencia firme que declara la ilegalidad de un partido político será puesta en conocimiento del Ministerio Público para la adopción de las acciones pertinentes.