sábado, 28 de junio de 2014

N° 289 - ¿ VAMOS A SEGUIR EN LO MISMO?

AHORA ES LA HORA:



No es ninguna novedad hablar de la crisis institucional de ACCIÓN POPULAR, de la falta de un proyecto de partido y de una visión de país -tras la muerte de Belaunde y el declive de los fundadores que le dieron sus mejores glorias- no es ninguna novedad, hablar de la falta de liderazgos significativos o de la ausencia de cuadros que permitan ópticas sectoriales, en un país en crecimiento, que apuesta por el mercantilismo y hace de la inclusión una ilusión.

No hace falta explicar esta crisis, porque en los predios de Paseo Colón, nadie sabe tampoco explicar que somos, como pensamos o construimos, como institución, el presente o el futuro. Se recurre a la demagogia y a la retorica hueca de los poetas; se repite simplemente que somos un partido de centro; de  ese "centro" donde se refugian la falta de ideas y donde se asientan un partidito que es mucha historia y poco futuro.

Los contados militantes que hacemos vida partidaria, vivimos esa crisis y no necesitamos que nos la cuenten. Lo que si es una novedad, es el que como nunca antes, el liderazgo que nace del poder, no solo se ha des legitimado rápidamente, sino que ha generado una crisis que afecta la ética y la moral institucional; el poco espíritu partidario  existente y el respeto a la jerarquía de un mando; que desde el Presidente encargado del partido, pasando por el Secretario General Nacional y terminando por el Secretario General de Lima, es una vergüenza; no solo por su falta de capacidad, de inteligencia y de liderazgo, sino por inmoral, por abusivo y por corrupto.

Para que no se diga que apelamos a la frase efectista y sin contenido, basta preguntarse: Como puede calificarse el pretender sostener candidaturas cobrando dinero sin trasparentar la información. Y si esto ha sucedido en Lima, que puede pensarse de candidaturas en zonas de narcotráfico, donde hay candidatos "electos" que tienen procesos en trámite por lavado de activos entre otros palmares; en un contexto, en el que el mismísimo Presidente (e) del partido, impide, en razón del poder del cargo y de mentiras, que el investigador Jaime Antezana, de una conferencia sobre el tema, en un contexto en el que la preocupación nacional es ser celoso con las candidaturas, porque el clamor nacional, es la idoneidad de los candidatos, el evitar que el delito adhiera el poder que lleva a la impunidad.

En esa misma lógica, como puede llamarse, el que  se digite y controle el Comité Nacional Electoral (CNE) y que se mantenga al monigote que esta como Presidente, tras ser desautorizado por el Plenario al pretender indisponer a sus pares. Como puede entenderse que el Registrador Nacional, le de las actas, su trabajo y su labor al Secretario General de Lima, hijo del Presidente del partido, que era uno de los candidatos a la nominación para la Alcaldía de Lima (que gano como "candidato único") para que  al tener información privilegiada, al manipular el padrón, si había otro candidato, ganara de todas maneras. 

Como puede llamarse, el que se elija una Secretaria Nacional de Juventudes, sin cumplir los requisitos y que se falsee y engañe al JNE para inscribirla. Como puede entenderse, que gente que no es bien vista, que no tiene capacidad ni conocimientos municipales ni profesión, aparezca como "candidato a alcalde o a regidor", por el solo hecho de ser cercano a los Del Águila. Como puede definirse que un venerable anciano, sin carácter ni vigor político, este supeditado en sus decisiones al Presidente de partido y que como no tiene iniciativa propia, es caricaturizado y vilipendiado, arrastrando el cargo de Secretario General Nacional al descrédito. Como puede entenderse que se apruebe en un Plenario Nacional, normas contrarias al texto expreso de la ley, que se prolongue el mandato del Presidente y Vice Presidente del partido; que se maltrate a la gente; que sin respetar el procedimiento, se cambien candidatos por voluntad única del Presidente (e) del partido, cuya mediocridad, capricho  y falta de visión política, hace que no se rectifique y que pretenda sostener su proyecto, solo en el poder que le da el cargo.

Es indudable que esta dolorosa realidad no sería posible, sin la actitud pusilánime del militante de base; sin la activa participación de los oportunistas; sin el protagonismo de los que se acomodan siempre; sin el apoyo "desinteresado e institucional"  de Luis Enrique Gálvez y sus "Gálvez Boys"; sin la indiferencia de los otros caciques partidarios que simplemente esperan su momento;  sin la inacción de los viejos fundadores del partido y de una célula parlamentaria que  ve las cosas y acciona , según su propio juego político.

Y sin ningún deseo de poder, sin la ambición del carguito partidario y  los desequilibrios emocionales, que patéticos seudo dirigentes (sin verse en el espejo)  imputan a otros buscando convertir en verdad sus mentiras o acallar las críticas convirtiendo su incapacidad en resultados. Sin animo fiscalizador ni voluntad de difamar o falsear hechos, queremos dejar constancia, que simplemente nos anima en esta empresa, la hombría de bien y la entereza de combatir una realidad, que afecta además del partido,  a la democracia peruana, al país y al legado de Belaunde. Porque estamos quijotescamente convencidos, de que aunque perdamos la batalla, vale la pena luchar porque la política pueda y deba hacerse de manera diferente.

Y con esa declaración de parte, le preguntamos al militante lector, si un partido político es solo una elección. Si vamos a seguir en lo mismo. Si un partido político no tiene la obligación de luchar ahora -en ésta coyuntura, en este momento electoral, en medio de un proceso electoral- por  cambiar, por adecentarse y rectificar el rumbo. Si es real que la imagen que tenemos y que nos hace  ser institucional y electoralmente casi nada, nos obliga a esconder estas excrecencias debajo de la alfombra y seguir en lo mismo. Los conservadores, los anclados en las viejas formas de hacer política, los indiferentes, los  timoratos y aquellos a los que, lo que verdaderamente importa, es su proyecto  personal y no el futuro del partido, dirán que sí, que hay que cuidar la "imagen" del partido, aunque eso implique engañar al pueblo. Por eso es la hora de decir que NO. De dignificar lo que representa ACCIÓN POPULAR en la historia política del Perú,  y lo que expresa ese legado ético y moral de Belaunde que decimos seguir y que esperamos que trascienda en el tiempo. Comencemos ahora a desamarrar las tropelías, los excesos y las corruptelas de los Del Aguila y de Kessell y Cïa. Ahora es la hora.



domingo, 22 de junio de 2014

N° 288 - ¡QUE SE VAYAN TODOS!

LOS DEL AGUILA, KESSELL Y CÍA:


La democracia se sustenta en el equilibrio de poderes, en la existencia de pesos y contrapesos que impidan el abuso del poder; algo que es imposible en un partido como el nuestro -con un estatuto con grandes vacíos y que responde al quehacer político del pasado- con un partido en crisis, sin institucionalidad, sin visión de país ni de partido y que solo vive de su historia, de las glorias pasadas, de la figura y el recuerdo de su líder. Un partido bajo liderazgos, que no alcanzan nivel de estadistas y que se quedan en el simple juego de la política menuda, en la búsqueda de  controlar la frágil institucionalidad existente, en el encumbramiento de la vanidad personal, en el cubileteo y la repartija del poder. 

Sin democracia interna, la política que no vive del pasado sino que  implica sobre todo, acciones del presente y visiones del futuro; cuando se caricaturiza, suele confundir la precariedad de ocupar un espacio político, con el hacer política; por el solo hecho de tener un membrete, un nombre y una inscripción vigente. Con cascarones de partido que parasitan en el espectro político del país, resulta obvio que estos quedan librados a los intereses personales  de quienes controlan el partido; porque sin democracia interna, sin pesos ni contrapesos democráticos; las dirigencias y militancias, sin independencia, ni formación política; sin conciencia del valor de la institucionalidad y de que la política es sobre todo servicio, vocación y amor por el país; con estatutos que no institucionalizan nada, son manipuladas, digitadas, obsecuentes o sometidas al poder de turno y por eso vemos como ayer en el Plenario Nacional, decisiones y acuerdo ilegales y arbitrarios; maltratos al militante; odas cantiflezcas y panfletarias, a los dueños ocasionales del partido por parte de beneficiarios de su poder, de quienes reptan por Paseo Colón, buscando el favor político o el carguito partidario, que los haga importantes y les de argumentos para rebatir su obvia falta de capacidad y talento político.

Eso es lo que esta pasando hoy en ACCIÓN POPULAR, donde un político sin mayor talento como Edmundo Del Aguila Morote, se encumbra en el máximo cargo partidario y desde allí impulsa a partir de su mediocridad política, un proyecto personal que adquiere ribetes familiares porque encumbra al hijo a la candidatura partidaria a la Municipalidad de Lima, sin beneficio alguno para el partido y solo para marketar y proyectar politicamente al crió (en un futuro cercano) de la mano de un pobre hombre, de un caballero sin carácter ni personalidad política, como Alan Kessell, cuya biografía política va a tener un triste y bochornoso final, con el concurso de los GALVEZ BOYS, que indudablemente tienen su  propio juego político. 

Lo sucedido ayer en el Plenario Nacional, es la prueba no solo de la falta de institucionalidad partidaria, sino de la grave crisis ética y moral en la que se vive. Que un Presidente del partido ACCION POPULAR,  como el Sr. Ing. Edmundo Del Aguila Morote, le mente la madre y agreda verbal y moralmente a una dirigente nacional, que la llame incapaz publicamente, por el solo hecho de que le es incomoda y crítica a su gestión, que pretenda que el partido marche como manejó el plenario, esto es según sus intereses y su capricho;  es  indignante y bochornoso. 

En el contexto anterior, que contraviniendo una vez más, como tantas veces el estatuto, el Plenario Nacional  acepte que Del Águila se quede seis meses más en la presidencia del partido, que autorice que el pusilánime Alan Kessell, se haga cargo de la Secretaría de Organización es escandaloso. Que un cuestionado Candidato de San Martín, ante la complacencia de su mentor, protector y promotor, Edmundo Del Aguila Morote, irrumpa, haciendo ostentación de poder, con una corte de veinte personas para "defender su candidatura", es caricaturesco, efectista y teatral; porque no se trata de una publicación; de que un periodiquito de circulación local se desdiga. Se trata de procesos  en trámite, de denuncias de lavado de activos, de actuados judiciales en perjuicio del estado, que están allí, que son incontrovertibles y que de una u otra forma siembran dudas sobre la idoneidad de una(s) candidatura(s) que van a representar al partido, en un contexto en lo que se quiere evitar en el país, es que a través de caricaturas de partidos -donde las candidaturas se regalan o se venden- se adhiera poder para obtener impunidad. Lamentablemente en el Perú de hoy, en la situación en la que se encuentra la política local y los partidos, siendo responsables y de cara al país al que nos debemos, hay que prevenir, hay que ser radical, estricto en la selección de candidatos

El tiempo es finalmente, en escenarios como éste, el mejor amigo de la verdad, en un partido que se pega con babas, a lemas como el de "La Reserva Moral del País" o "La Inteligencia en Acción". El Sr. Edmundo Del Águila Morote, Presidente encargado de ACCIÓN POPULAR, tarde o temprano va a tener que responder por sus actitudes dictatoriales, por sus majaderías y por su conducta y hechos políticos. Va a tener que responder por la baraja que tiene entre la manos, por las cartas que una a una pone sobre la mesa y por las que se juega entero en "beneficio del partido". 

En política no hay "Milagros", hay lobos disfrazados de ovejas. Las palabras y el control de los aparatos del poder, tarde o temprano terminan derribados por la realidad o por la indignación popular. Es indudable que aquí, en la interna partidaria, no hay pesos ni contrapesos. No hay tampoco indignación, ni repulsa, ni acciones de política concretas por parte de los otros caciques partidarios para revertir la situación.  Ya sea porque unos hacen su propio juego político por dentro de la podredumbre partidaria y la avalan o porque otros simplemente esperan su momento. Miran  o espetan desde lejos una contrariedad, que termina siendo por su tibieza, complicidad. No hay partido, no hay institucionalidad, no hay democracia, no hay lideres. No hay pasión por construir partido ni país, porque todo es interés personal. Y sin embargo, sin candidato, sin campaña, sin programas, sin cuadros ni maquinarias electorales, se piensa ganar la elección municipal, en medio de corruptelas y del aprovechamiento hediondo del poder partidario. 

Estamos frente al surrealismo propio de la literatura. Frente a una historia que se escribe rápidamente,  y que va a terminar en una realidad inexorable de la política. El final de un partido que tuvo una vigencia y un liderazgo significativo desde mediados del siglo pasado. .


domingo, 1 de junio de 2014

N° 287 - 1° DE JUNIO

¿UNA VERDADERA FIESTA DEMOCRÁTICA?:



1° de Junio del 2014. Quienes hoy con la familia Del Aguila y su portapliegos Alan Kessell. Como  sólida y disciplinada comparsa de los ayayeros, de los avivatos, de los oportunistas, de las geishas; y de los ingenuos, los timoratos y los ignorantes; que siempre abundan en la política criolla; invocan el nombre de Belaunde y su ejecutoria política para captar adhesiones y votos.

Quienes en nombre de un partido que no existe, sueltan al aire demagógicos discursos de utileria y despliegan al viento viejas banderas imaginarias que  hace tiempo dejaron de defenderse. Quienes recurren a fotos, a textos históricos del líder, para motivar el trabajo en favor de los cuatro vivos que hoy usufructúan el desteñido membrete de ACCIÓN POPULAR. Quienes se gastan repitiendo que "somos la reserva moral del país" o "la inteligencia en acción" juegan a la política de las caretas y del  embuste. 

Quienes pretenden vender la idea que una elección como la de hoy día -en la que penosamente votan 24 o 30 personas en promedio en algunos distritos de Lima- es "una fiesta democrática"; no hacen otra cosa que subestimar la inteligencia ajena y sobrestimar la propia. De creer (engañandose a si mismos) que un país entero se va a comer el cuento, de gente sin brillo, sin carisma, sin esa capacidad para mentir o para el embuste, que es parte del "arte y el ensarte" de hacer política. Quienes hoy finalmente, viven su cuarto de hora de gloria y de poder, ignoran infantilmente la realidadUna realidad que tarde o temprano van a tener que confrontar.

El silencio cómplice de los caciques partidarios; el de los viejos líderes, que creen que en la política -como en las mafias italianas- las familias no deben enfrentarse. La audacia de la mediocridad con poder; el oportunismo con pretensiones políticas de los avivatos; la solemnidad y la respetabilidad de los "institucionalistas" de sus propios intereses; conjuntamente con  la corrupción que penetra una organización de fachada; esta hoy en Paseo Colón, pretendiendo engañar al elector con el cuento del "partido nacional". De que somos fieles seguidores de Belaunde y de Paniagua, mientras sin rubor el candidato único a la Alcaldía de Lima -que así hubiera otro candidato iba a ganar porque el "Registrador Nacional" le dio el manejo de los padrones y nadie dijo nada-  lanza como propuesta eje de su campaña municipal a la Alcaldía de Lima, la estúpida propuesta del "pasaje gratuito para los mayores de 65 años" como si en la gran urbe en la que vivimos, no hubiera temas urbanos, de infraestructura o de seguridad más importantes.

Si un partido que dicen que es "vigoroso, nacional, proactivo, propositivo, con cuadros y liderazgos representativos y de proyección nacional" se puede presentar en el gran escenario nacional, con candidatos elegidos sin tamizar y con un puñado de votos. Con candidatos sin propuestas o con propuestas risibles y desenchufadas; y adicionalmente a lo anterior, hablar de triunfo sin ni siquiera figurar en las encuestas. Si un partido cuyos candidatos dicen representar a un estadista y un visionario como Belaunde, solo presentan paneles fotográficos de ellos mismos, como planes y programas de su futuro gobierno; como si la política fuera solo gesto y pose. Y lo peor de todo esto, es que se presentan con primeros regidores, para quienes la política es la grita y la verborrea sin contenido. Personajes flokloricos, ignorantones, que no tienen capacidad, liderazgo, talento ni conocimientos y cuyo único mérito es estar cerca del poder partidario de turno para lucrar.  

Si estas fueran cartas de triunfo en una elección, éste país sería una república bananera y la política una novela de ficción. Felizmente esta no es una república bananera. Lo que sucede, en un país sin partidos políticos, es que hay piratas que se disfrazan de políticos respetables y de líderes de solera, para tomar por asalto los partidos y ponerlos al servicio de determinados intereses. Lo bueno para la democracia frente a estos filibusteros de la política, es que el instinto y la sabiduría popular están presentes; el que sus banderas y sus actos siempre los terminan delatando. Con ACCIÓN POPULAR en manos de ésta gente, no hay nada que celebrar éste 1° de Junio.