sábado, 5 de mayo de 2018

N° 335 - ¿VERDADERAS ELECCIONES?

SEIS DE MAYO DEL 2018:




Nadie puede dudar de la crisis ética y moral que corroe la política peruana. La falta de institucionalidad, la ausencia de líderes de solera, de partidos políticos de verdad, esto es de entidades que actúen como verdaderos intermediarios de los intereses populares; de colectividades que representen los intereses del pueblo. El drama de la hora presente, es que no hay gente con credibilidad, personalidades que inspiren confianza, hombres respetables por su talento político, su sensibilidad y su vocación de servicio. Los partidos terminan representando intereses específicos ligados al poder económico y los diz que "politicos" -cuya mediocridad con honrosas excepciones brilla gracias al poder que detentan- terminan representándose a sí mismos, en medio de la demagogia y el efectismo que los mantenga vigentes en un país marcado por la ignorancia y la falta de cultura cívica.

Alrededor de ese escenario de teloneros,  donde la política se ha convertido en un negocio rentable, este remedo del partido que llevo dos veces al poder a Fernando Belaunde; que usa la marca, el posicionamiento y el nombre de ACCIÓN POPULAR para llegar al poder y que usufructúa su figura y la figura de Valentín Paniagua para engañar y encandilar a los incautos o para atraer a los oportunistas y para asociarse a los mercenarios de la política; ha sido capturado por el mercantilismo y la mediocridad; por la falta de escrúpulos y de vergüenza, de los que dicen llevar la "sangre y el legado de Belaunde" y tienen el dinero y la genuflexa ignorancia del servilismo que rodea históricamente a la política criolla, para hacer de esta caricatura de partido político -que se sustenta en lo que una vez fue el partido de FBT- su chacra.

Una chacra en la que sin la supervisión de la ONPE, ni del JNE ni de TRANSPARENCIA, se  van a llevar a cabo "seudo elecciones" que con grandes y graves vicios buscan digitar personajes que han comprado su postulación y a los que "les han asegurado" su elección. Candidatos sin pergaminos o condiciones, donde sea y como sea, para tener "presencia nacional" y dar la imagen de lo que no se es. 

Y para ese propósito, han puesto a un anciano de noventaicinco (95) años años, como el patólogo URIEL GARCIA CACERES -hijo del indigenista del mismo nombre- como Presidente del COMITÉ NACIONAL ELECTORAL, un hombre que en el epílogo de su vida, hace el ridículo y se presta a ser un títere, no solo de intereses subalternos, sino de maniobras que lindan con el delito. 

Y en este pintoresco mosaico de las venalidades y las excrecencias de la política peruana, donde bajo el pretexto del "partido de ancha base", se abren candidaturas o las puertas del partido, a personajes cuestionados, de dudosa reputación, transfugas u oportunistas de la política, que agitan su billetera para que le entreguen una candidatura con la que "sirvan al pueblo"; resalta la figura de Doña Patricia Chirinos, Alcaldesa de La Perla y destacada líderesa de "CHIMPUM CALLAO" que en medio de la estrategia de ese conglomerado, de mimetizarse en otros movimientos políticos, termina siendo candidata de ACCIÓN POPULAR a la Región Callao, promovida y auspiciada por el Congresista García Belaunde, el mismo que tiempo atrás dijo que la gente de "CHIMPUM CALLAO"  era una "Banda de Delincuentes". Al escribir estas líneas al parecer la Sra. Chirinos habría renunciado a la candidatura,  por la presión de las bases  que se resisten a entregar en partido al mercantilismo, al oportunismo y a la demagogia y que luchan por mantener el legado de Belaunde y la dignidad de su partido. 

En la misma dirección anterior, esta el candidato a Gobernador Regional por Ica, Eduardo "el loco" Cabrera, primo de la esposa de Barnechea, ex congresista fujimorista por Ica, ex candidato al Gobierno Regional por los naranjas;  candidato para quien desde el poder se ha montado toda una maquinaria para que este caballero "gane o gane"; la situación llega a tal punto, que hasta el hijo de Belaunde le pega su "ayudadita" con spots en los que aparecen como "buenos amigos", conversando sobre el "amor a Belaunde", de un Cabrera, que se olvida que hay un registro fílmico de "su amor" y sus "loas" recientes a los Fujimori y a FUERZA POPULAR.

En Lima la situación pasa por situaciones tan pintorescas como la candidatura en Surco de un SENTENCIADO POR VIOLACION, entre otro distinguido prontuario, que ya fue candidato a alcalde en la elección municipal anterior; personaje al que en esa oportunidad -a pesar de ofrecer retirarlo como candidato- no lo sacaron de la candidatura y que hoy es no solo Secretario General de Surco, sino que con su nombre hace campaña por su hijo adolescente engañando a la gente. Si esto no es indignarte. Si esto no es vergonzoso y prueba la falta de institucionalidad, ya no se que es la ética, para un partido en el que sus militantes se llenan la boca de que son "la Reserva Moral del Perú"  y que para captar ingenuos adeptos repiten el estribillo de "Únete a la Honestidad".

Para la candidatura metropolitana, la cosa parece ser menos complicada, al Alcalde de Miraflores Jorge Muñoz Wells, se le ofreció o se le vendió una "candidatura única" y eso no ha sido así pues le salio al frente la candidatura de Luis Enrique Gálvez,  un antiguo militante, ex candidato a la Alcaldía de Lima, que pudiendo encarnar una postulación  que  represente los valores y principios éticos del acciopopulismo histórico, se la jugo por una candidatura personal, sin sabor, ni contenidos o luchas épicas para enfrentar lo sinuoso y perverso que el sector antagónico representa. 

Galvez materializa una candidatura  rodeada de amigos e incondicionales, antes que de lo mejor que puede mostrar la generación a la que pertenece o reuniendo tras de sí a ciudadanos ilustres. A pesar de lo anterior, un triunfo de Muñoz que es el candidato de la cúpula, significaría el triunfo del mercantilismo, el de la política como negocio, el del oportunismo y de los "vientres de alquiler" en la política criolla. La prueba irrefutable de que este ya no es más el partido de Fernando Belaunde. De que el dinero de los Vitochos y los Diez Cansecos, sus Barnecheas y su servidumbre política, avanza en su proyecto político de llegar al poder o por lo menos de mantenerse en él para articular y afianzar el resto de sus  negocios. 

Si se nombran Comités Electorales con gente servil al poder partidario de turno; si se   incumple y desconoce la normatividad electoral, si se digitan las mesas en función de los intereses a  los que se quiere servir; si no hay supervisión electoral ni seguridad de imparcialidad ni de honestidad a la hora de los resultados; el acto electoral es un sainete. Lo es también, si no hay un partido articulado, institucionalizado, gente capaz, técnicos calificados y todo se circunscribe a voluntarismo, al electoralismo y a la ambición por el poder. Difícil pensar que quienes en la interna no actúan con transparencia, con honestidad y con decencia. Que  quienes no respetan la democracia y los valores éticos y morales en los predios de la democracia partidaria, entronizados en el absoluto poder cambien su accionar. Este tipo de conductas se extienden en la política peruana. Es penoso decirlo, es duro denunciarlo. Pero no hay de otra. Hay que dar la batalla y no esconder la basura debajo de la alfombra.