viernes, 31 de julio de 2015

N° 314 - ¿ELECCIÓN O SAINETE?

EL "SUCESOR" DE ALAN KESSELL:


 Hay que tener una alta cuota de cinismo o de dramática estupidez, para creer y permitir sin inmutarse, que un Comité Nacional Electoral -no solo ilegalmente elegido sino incompleto y constituido por personas que no merecen credibilidad- puede llevar adelante una elección interna y "garantizarla". Hay que subestimar la inteligencia ajena, ridiculizar el valor, el sentido común y el criterio ciudadano; para estar seguro desde el segundo piso de Paseo Colón, que el poder de la interna, aupado a la pasividad, el acomodo o la ignorancia de la militancia, los vuelve impunes. Para que la cúpula de ACCIÓN POPULAR, caricaturice un proceso electoral interno y hable a través de sus candidatos, de "renovación, de juventud, de cambio y de democracia" como banderas electorales, en medio de una ingenua disyuntiva de "candidato único" o "alianza". Como si una plataforma electoral fuera solo un candidato y no la imagen del partido, de sus "líderes" o de sus congresistas y no tengan importancia, los planes y programas de los que se carece, su posicionamiento y el calor popular. Y es que después de que Vitocho García Belaunde, le dijera a la militancia sin ruborizarse, de que "éste es un partido a la europea que hasta los chinos quieren copiar" ya todo es posible en el viejo partido de Paseo Colón.

Que el Sr. Mesías Guevara Amasifuen, haya elegido como su Delfín en la Secretaria General Nacional a un hombre sin brillo y sin talento político como    Rafael Vásquez Neyra  -cuya meteórica carrera política solo se explica por su persistencia servil a estar siempre cerca del poder- prueba la  mediocridad de su liderazgo y la mezquindad de objetivos institucionales del parlamentario cajamarquino. El que detrás de toda esa retorica hueca, acartonada y desangelada -que tiene como protagonista a Belaunde- se esconde simple y llanamente un proyecto personal. Que Guevara ha jugado muy bien sus cartas, teniendo presencia en las bases y repartiendo el poder que concentra, siguiendo el libreto de los viejos caciques partidarios, pero sin la brillantez de éstos.

Que el Sr. Pedro Morales Mansilla,  ese líder provinciano que a pesar de ser alcalde y congresista, no cuajo como gran terrateniente partidario y se quedo como parcelero. Crea que toda la militancia se va comer ese cuento de que la "concertación" en la que sube a Vitocho, los Del Águila y a Raul Diez Canseco, con los oportunistas y las geishas que subastan su "lealtad" al mejor postor; es programática y no electorera, es un problema de psicopatología política que no tiene cura, aunque la realidad y el tiempo generen síndromes de abstinencia.

Si los principales actores políticos no solo callan frente a la nauseabunda e indignante comedia electoral que se nos viene. sino que son actores protagonicos del sainete electoral de reestreno en un colectivo al que llaman demagogicamente "el partido de la reserva moral del Perú". Estamos frente a un fraude  que tiene auspiciadores y publicidad gratuita, porque dejan sentado con sus actos, que no tienen la menor intención de debatir ideas, programas y propuestas. En ese contexto, si el "Registrador Nacional" con su sonrisa cachosa se pasea orondo e impune por el partido. Queda claro que la elección se define en un escenario distinto que el del supuesto voto "universal, directo y secreto". 

En una realidad donde un candidato representa el poder y el control del aparato partidario nacional. Y donde el otro candidato, maneja a través de sus aliados la "chacra limeña" y cuenta con los recursos y la logística, para conseguir el voto de una militancia que puede tener en su discurso y en su oración el nombre de Belaunde; pero actúa políticamente según su interés. Queda claro que esta es una elección entre el poder  y el dinero. Que  lo que esta en juego es el posicionamiento frente a la próxima elección nacional. Y que todo lo demás es cuento.