lunes, 5 de noviembre de 2018

N° 337- ¿QUE HACEMOS POR LA SALUD?

A PROPÓSITO DE MI "CÁNCER PROSTATICO":

El post de uno de esos tantos imbéciles que abundan en el Internet y de los que hablaba Humberto Ecco, -sin mencionar o ignorando mejor dicho- que estos personajes psicóticos adoptan identidades ajenas para mantenerse en el anonimato, porque no tienen la hombría de bien de defender sus ideas o su cuajo a joder; me endilgo un "cáncer prostático", que siguieron alegremente aquellos sectarios e intolerantes  a los que les disgusta la critica partidaria, a los que les encanta meter la basura debajo de la alfombra o quienes con la mentalidad del Siglo XVII afirman que "los trapos sucios se lavan en casa". En suma, aquellos que no entienden la necesidad de un pensamiento critico en la política, ni la obligación democrática de controlar o fiscalizar un poder al que son obsecuentes e incondicionales.

La broma de marras no me resulto agradable; y no lo fue porque le tenga yo miedo a la muerte o temor al sufrimiento, sino porque creo que este tipo de enfermedades son muy sensibles a la naturaleza humana. No hay persona que no tenga un familiar o un padecimiento de este tipo y eso es no respetar el dolor ajeno o burlarse estúpidamente de una enfermedad que hasta la fecha no tiene cura. 

En lo personal, yo tengo fascinación por la muerte. Pienso que es tomar contacto con la verdad absoluta de la que no somos conscientes al nacer. Yo creo firmemente en el Dios de Spinoza y veo bien difícil entrar a un cielo, donde van a ir la mayoría de los políticos que tienen en la boca a Dios y a la  Virgen Maria, políticos que "aman a los pobres y dan la vida por los demás". De hecho si este es "el partido de la honestidad"  varios de nuestros "líderes" van a subir en olor de santidad al cielo, por su "espíritu ascético" y su "gran obra".

Esta demás decir, que en un partido donde la "ley de hermandad" es retórica pura; en un partido que no forma y donde la ética, la moral, los principios o la decencia en política, no cuentan. Porque de lo que se trata, es -como lo voy a repetir hasta el cansancio- eso de "parecer y no ser"; de buscar gente servil que pueda manipularse, manejarse; gente que actué por consigna y que no piense; estamos en ese contexto,  más cerca de un burdel que de un partido politico, más cerca de la retorica que del programa; de los caciques que de  "líderes" y en este escenario, en un partido dividido, fraccionado, donde la rivalidad política es entendida como enemistad, siempre ganan los que están arriba. Y si los "dirigentes partidarios" no dirigen nada, los "administradores" de estos foros tampoco administran nada y allí parasitan estos "militantes" sin criterio, ni sensibilidad. Pero somos como dice Barnechea un partidazo, "el principal partido politico del Perú".

Lo concreto y lo real es que "el principal partido politico del Perú" cuyos militantes se frotan las manos y se alistan ya para la victoria del 2021, no trabaja en propuestas, ni en programas, no recluta técnicos, ni tiene la menor intención de reorganizarse y adecuar el partido a las necesidades del Siglo XXI, "disfruta el mundano sabor de la victoria" y nada más. En el caso del cáncer, hace poco hubo una campaña que debio merecer la atención de un partido que supuestamente va a llegar al poder, que se preocupa por los más pobres, que se dice programático: No ha habido nada, ni se ha hecho nada. La fecha paso inadvertida, ni en lo institucional y ni siquiera una de esas humoradas que llaman "Cursos de Capacitación para Alcaldes y Regidores Electos".  

Que una estupidez como la que anoto, sirva al menos para llamar la atención sobre el sentido de la política, sobre la necesidad de marcar la agenda, de tener presencia, de apostar de a verdad -y no por electoralismo- por la solidaridad social; por trabajar por los mas pobres, por ser parte del tejido social y pensar en el bien común a partir de una propuesta programática. De darle contenido a la acción política y no buscar el poder por el poder.

Lo de Jorge Muñoz termina siendo una anécdota en la política, que es difícil de repetir con frecuencia. Dicen "los que dicen que saben" en ACCIÓN POPULAR, que "la política se hace con los pies". El problema es que la política es fundamentalmente ideas y actitud, que acá solo "se camina" en épocas de elecciones, para pedir el voto,  cambiando los tapers de Kenyi Fujimori por los toma-todos; dejándose seducir -antes siquiera de acceder al cargo- por la sensualidad del poder. Este tipo de cosas creo que no producen cáncer. Provocan indignación, hacen que por causa de la demagogia, de la mediocridad, del oportunismo, del servilismo, de la ignorancia y de la incapacidad de la política peruana....a uno se le hinchen los huevos. QEPD la decencia en la política.