Creo que el gran problema de la política criolla es la falta de coherencia; el gesto y la pose, la falta de institucionalidad, la búsqueda del "poder por el poder" y también, la falta de sensibilidad frente al elector; no digo frente al ciudadano porque éste es un país que no construye ciudadanía ni ciudadanos, donde las clases dirigentes confunden cultura con civilización que son conceptos diferentes.
En el caso de ACCIÓN POPULAR, la imagen de partido menos afectado por la crisis política que se vive -en razón de que ha estado alejado del poder por un buen tiempo y que las magras gestiones de sus alcaldes y sus gobiernos regionales no se hacen visibles ni se han reflejado negativamente en las encuestas- ha despertado la ambición política de militantes, con méritos, con condiciones o sin ellos. Para ser candidato, basta estar en el ROP, tener sus tres mil morlacos y postular. Total el "jamón" de ser "candidato al congreso queda" en un mundo en el que lo que vale es lo que se tiene o lo que se puede proyectar sea real o no.
Estamos frente a lo que el ya fallecido filósofo polaco-británico Zygmunt Bauman llama las "Sociedades Líquidas". Una sociedad que es tremendamente volátil, una sociedad en tiempos de la información, donde a diferencia de antaño las estructuras sociales, las instituciones o los modelos de comportamiento están en permanente cambio, se "derriten" o descomponen antes que sirvan de marcos de referencia para las acciones humanas o para las estrategias de largo plazo, lo que reduce la historia política y las perspectivas individuales a una visión de corto plazo, que son contrarias a conceptos como el de "desarrollo". y a la busqueda de la "solida institucionalidad" de tiempos pasados.
Estamos frente a lo que el ya fallecido filósofo polaco-británico Zygmunt Bauman llama las "Sociedades Líquidas". Una sociedad que es tremendamente volátil, una sociedad en tiempos de la información, donde a diferencia de antaño las estructuras sociales, las instituciones o los modelos de comportamiento están en permanente cambio, se "derriten" o descomponen antes que sirvan de marcos de referencia para las acciones humanas o para las estrategias de largo plazo, lo que reduce la historia política y las perspectivas individuales a una visión de corto plazo, que son contrarias a conceptos como el de "desarrollo". y a la busqueda de la "solida institucionalidad" de tiempos pasados.
Se trata de un mundo cambiante, que obliga a priorizar el corto plazo, el objetivo a cualquier precio. Que olvida experiencias pasadas, por ende lo que implica el proceso de aprendizaje y que genera un afán de acumulación, en lo que el mismo Bauman llama "la felicidad que se busca o encuentra en las tiendas" o mejor dicho el llamado "consumismo" de la sociedad neoliberal. En ese escenario que tiene que ver con la superficialidad o con la volatilidad, las democracias tienen que desarrollarse y se desarrollan en un marco poco compacto o de fragilidad frente a lo que era la politica, los partidos y los líderes del pasado, teniendo que asumir procesos electorales con la misma inconsistencia que criticamos, falto de valores, de principios, de líderes, de propuestas o con promesas que no se cumplen, por institucionalidades precarias o fracturadas y con electores que tienen que elegir asumiendo sus propios errores, en circunstancias cambiantes, con desinstitucionalidad, corrupción, inseguridad y sin más posibilidad para elegir por la falta de propuestas, que el instinto o la simpatía.
Si este marco teórico conceptual lo llevamos a lo que implica la "globalización" tenemos sociedades abiertas, vitrinas que nos terminan influenciando y nos muestran modelos supuestamente "exitosos" que nos impiden definir nuestro propio rumbo, el "ni calco ni copia" del que hablo Mariategui. Y para muestra allí están nuestros vecinos del sur. Un modelo tantas veces puesto como ejemplo de sociedad civilizada que termina derrumbándose ante nuestros ojos.
Si este marco teórico conceptual lo llevamos a lo que implica la "globalización" tenemos sociedades abiertas, vitrinas que nos terminan influenciando y nos muestran modelos supuestamente "exitosos" que nos impiden definir nuestro propio rumbo, el "ni calco ni copia" del que hablo Mariategui. Y para muestra allí están nuestros vecinos del sur. Un modelo tantas veces puesto como ejemplo de sociedad civilizada que termina derrumbándose ante nuestros ojos.
En el contexto anteriormente descrito, vamos a un proceso electoral forzado, sin darle como partido la importancia institucional que requiere la hora presente, donde se ha priorizado el resultado electoral, el mercantilismo y la acumulación de poder. Vamos como en el caso de ACCIÓN POPULAR, a la fachada democrática de "Un militante un voto", no hay filtros, no ha asumido el partido como colectivo la decisión de poner o imponer una cuota de sus mejores cuadros, con la posibilidad que franquea la ley; y se permite postular a cualquiera que este en el ROP, sin respeto a los cargos, a determinados liderazgos que aseguren un buen desempeño político y necesaria imagen de la institucionalidad partidaria, desbocando los apetitos y la ambición de poder. Y así tenemos que terminan postulando, regidores, el Jefe de Plan de Gobierno, el Registrador Nacional, la esposa del Alcalde de San Martín de Porres, ex militante de otros partidos, gente que tiene prontuario y no curriculum vitae y la gran mayoría de militantes, de esos de los que hasta hace poco querían ser dirigentes partidarios, que criticaban la seudo institucionalidad partidaria y el que un congresista sea dirigente. Sin duda su "vocación de servicio" al país es grande y forma parte de esta liquidez del mundo de hoy.
Sin una plataforma programática creo que el partido que se marketea como "el partido de la honestidad" en una política llena de pendejos, debe ir con una propuesta matriz como la renovación por tercios del Congreso. Con la propuesta de reducir las granjerías del cargo parlamentario, para que los sueldos se reduzcan, para que los Congresistas puedan atenderse en la seguridad social como cualquier hijo de vecino; para que cobren gratificación como cualquier empleado público. Para que el Estado sin cambiar la Constitución pueda tener un rol de fiscalizador real y efectivo en el mercado. No es justo que por ejemplo, los peruanos no podamos disfrutar del ferrocarril para ir a Huancayo o a Machu Picchu y que este esté destinado solo para turistas a precios prohibitivos para nacionales. No es justo que el servicio de luz no pueda fraccionarse si uno debe dos meses y es obligado a pagar todo si quiere ver restablecido el servicio. No puede ser que cuando hay mayor demanda los precios suban desproporcionadamente, fomentando el abuso. No se trata de ser "comunistas" se trata de sensibilidad social, de un estado presente, del papel de intermediario político de un partido que se dice "nacionalista, democrático y revolucionario", donde el propio estado prioriza el arbitraje para la solución de conflictos , desplazando al Poder Judicial que es un poder del Estado y sin ninguna regulación para quienes ejercen el oficio como pasa con los notarios. Hay que tener una plataforma programática para que el Estado, pueda seguir litigando sin costas, pero que pague costos y costas, si pierde un proceso, porque hoy hay ciudadanos que para cobrar tres mil soles, tienen que pagar abogado o pierden ese dinero, porque no van a recuperar nada.
Hace rato que debería abrirse un banco de propuestas para la militancia de cara a la culminación del periodo presidencial. Eso es también hacer política y no solo "abrir la boca" para decir lo que uno cree o postular porque me abren la posibilidad de hacerlo. Hoy leía al Dr. García, quien decía que el gran número de militantes postulando se debe "al mérito de la bancada" una arrogante y soberbia interpretación de la realidad muy propia de él.
Independientemente de las inquietudes extraterrestres de Villanueva o de la intrascendencia de Román, la bancada no la hizo mal, con un Del Águila generando una indefinición -propia de su personalidad- su desempeño no se puede calificar ni bueno ni malo, digamos que aceptable; sin los extremismos emocionales a favor y en contra que generaron García y Lescano. De cara a la elección, creo que hay que tener claro por quien no votar y escoger entre los cuadros que tenemos a los mejores y a los de una identificación plena con lo que representa el partido. Que los votos nos sean propicios.