EN EL ESCENARIO DE UN VIEJO PARTIDO:
Cuando la política partidaria ha perdido el sentido de la lógica y de la racionalidad. Cuando la política partidaria esta marcada por la demagogia de sus líderes; cuando ha perdido el valor de la crítica -que permite identificar y corregir errores- y se sustenta en la ilusión, en la manipulación, en la ambición y la ignorancia de masas que se limitan a aplaudir como marmotas afirmaciones o adjetivaciones que no tienen sustento real. Resulta patético, caricaturesco y doloroso, para la memoria y el recuerdo de eso que algún día fue el FRENTE NACIONAL DE JUVENTUDES o el partido -el verdadero partido- de FERNANDO BELAUNDE, espectar celebraciones que supuestamente festejan a la juventud, con un auditorio marcado por los años. Con gente que es expresión de que este es un colectivo político de adultos mayores; de hombres y mujeres que pintan canas, de personajes que añoran épocas pasadas que no volverán, porque la mediocridad, el oportunismo y el interés personal con el que se hace política, es ese corvo que permanentemente nos introducimos en el día a día para hacer sangrar miserias institucionales que ignoramos.
Maquillar esa realidad, con un cogollo de jóvenes cercanos a la cúpula, que son militantes, dirigentes, nuevas eminencias grises o representantes de masas o mayorías inexistentes; porque se quiere dar apariencia de vitalidad, de juventud y de un calor popular del que estamos lejos, termina siendo un espejismo. Como termina siendo un espejismo, festejar el "Día de la Juventud" con discursos efectistas y de utilería barata, que son un despropósito y una ofensa a la realidad, a la inteligencia ajena y al hacer política con responsabilidad, por más que estos liderazgos, se arropen en aplausos que se quedan solo entre las cuatro paredes de Paseo Colón.
El Sr. Mesías Guevara filosofando en voz alta, expresa en el discurso central -parafraseando a su socio Alan Kessell- "que lo importante no son las ideas sino ponerlas en práctica"; es decir ignora el valor ontológico del concepto, que la idea es per se un instrumento de cambio; que la materizalización de la idea esta en si misma. El congresista cajamarquino queriendo vender a la militancia su percepción de que lo único que cuenta en política es la "acción política". De que "No hay nada nuevo bajo el sol" , de que hay que poner banderolas o pintar afiches o gritar fuerte de "Que se va a ganar una elección" para ganar una elección (algo que llama "convicción") limita cantinflezcamente la política a la confrontación política, a la lucha en las calles; de la misma manera que limita la corrupción al robo de dineros públicos, cuando en política aprovecharse de la falta de institucionalidad de un partido o satisfacer intereses personales en beneficio propio es también corrupción. Guevara en su discurso tiene frases de antología, como aquella que afirma ante el aplauso de la concurrencia, que ACCIÓN POPULAR "es el único partido que le ha ganado las calles al partido aprista", algo que termina siendo hoy en día un consuelo de tontos, porque no se puede vivir del pasado, porque se dio antaño por el liderazgo, el carisma y la solera democrática de Belaunde. De un Belaunde que hoy es utilizado en un proyecto donde la política es solo electoralismo, candidatitis, inscribir incautos; retorica, demagogia efectista, adjetivos y no expresión de contenidos
Encerrados en Paseo Colón, tratando de acallar con aplausos nuestra mediocridad, nuestra falta de institucionalidad y nuestra carencia de calor popular, no vamos a cambiar la realidad que tenemos al frente. Este ya no es el partido de Fernando Belaunde Terry. Este es un partido tomado por quienes privilegian sus interés personales en nombre de éste, que es otra cosa. Que es una cosa muy diferente. La política es conocimiento, capacidad, idoneidad. La política es un proyecto de partido y una visión de país. La política no es retórica hueca, frases efectistas, aplausos y grita. Eso es parafernalia, escenografía, gesto y pose. La mentira convertida en verdad. Politiquería y no política.