domingo, 1 de marzo de 2015

N° 308 - LA CÁTEDRA BELAUNDE:

SUS "DOCTORES"...SUS "LÍDERES"....SUS "CONTENIDOS" (PARTE II):


Continuando con el análisis de la conferencia del Dr. Marco Garfias sobre el tema -y sobre nuestras objeciones a sus afirmaciones- en lo que se refiere a de "De la Identidad Nacional a la Identidad Partidaria" . Tal como puede verificarse en el vídeo, el historiador, en lo que respecta al aspecto central de su disertación, indica que no se puede definir que es "identidad nacional", porque es algo complejo, difícil, complicado. Porque es algo que "se mueve", que está cambiando permanentemente. En ese contexto, Garfias que momentos antes había afirmado que no se puede definir la identidad nacional, indica que ese cambio del que habla, se puede verificar en el hecho de que, no es lo mismo "la identidad nacional del 2015 que la de 1980" y pone como ejemplo, el pisco, para graficar la identidad nacional del 2015. Para ejemplificar ese modelo de identidad nacional que propagandiza sin definir en la perspectiva del cambio.

El Dr. Garfias para quien la identidad nacional no se puede definir, termina explicando "como la identidad del partido ACCIÓN POPULAR, como la historia del partido ACCIÓN POPULAR, se termina integrando a la identidad nacional", en un pie forzado que se ahoga en sus propias definiciones. Que termina caricaturizado por sus propias contradicciones. Que muestra la talla y el nivel de algunos investigadores del IEP y que prueba que en temas de capacitación, de docencia política y de conocimiento; los políticos -ante auditorios poco exigentes y sin mayor conocimiento- le dan un sesgo político, buscan el aggiornamiento y recurren -aunque éste no se necesariamente el caso- a la mediocridad académica o al servilismo oportunista, de quien tiene ambición y apetito de poder, antes que deseos de actuar en política, con ética, principios y verdadera vocación de servicio. 

En principio, es necesario indicar que el tema de la identidad nacional esta intimamente ligado a la idea de nación. Que la identidad nacional siempre ha encontrado una forma de definirse en medio de una nación, que es fundamentalmente expresión de "ser peruano". Hablamos de visiones, de cosmovisiones, de cultura, de sociedad, de historia, de formas de cocinar y de comer, de formas de hablar, de costumbres. La identidad nacional es una forma de ser, pero a la vez una forma de comprendernos y de entendernos, no solo a través de nuestra historia, sino a través de nuestro caminar en la escena contemporánea, como sociedad, como nación, como país. La identidad nacional, a partir del concepto anterior, está íntimamente ligada también, a la conciencia de nación, que es el ejercicio de comprendernos a nosotros mismos.

Ese esfuerzo por comprendernos a nosotros mismos, tiene una expresión en lo que se suele definir como la Conciencia Histórica, que es la que define  la peruanidad, el ser peruano o la identidad nacional. Decir a tenor de lo anterior, que el pisco es la identidad nacional del 2015, es un absurdo. Lo es porque confunde patrones culturales que pueden integrar la identidad nacional, con identidad nacional, que es un concepto más amplio y de mayor contenido. En los parámetros conceptuales anteriores, queda claro del análisis del vídeo, que por el origen provinciano del presidente de ACCIÓN POPULAR - y a partir de las expresiones de éste en la conferencia- se le quiso dar a la charla un equivocado sesgo "indigenista, provinciano" o de "criolla choledad", para congraciarse con Guevara o para satisfacer su "interés académico".

El Dr. Garfias, que muy suelto de huesos expresa que la identidad nacional no puede definirse, tiene la osadía intelectual de afirmar que "la identidad del partido se integra a la identidad nacional" y lo explica a partir de hechos políticos que son historia, sin ningún rigor teórico y afirmando por allí, ante el aplauso de la concurrencia, "que se va a volver a ganar una elección presidencial". A ese respecto es necesario indicar, que la forma de ser de un partido político, no puede marcar la identidad de una nación. No puede hacerlo porque la política partidaria es un elemento de división. Me explico:

A diferencia de los héroes y de los santos, los políticos no son instrumentos de unión de una sociedad. Expresan una visión fragmentada, una parte, un segmento de ella, pero no un elemento aglutinador, unificador. En función de un programa o de una ideología, los partidos buscan tomar el poder, cambiar la sociedad, desarrollarla, organizarla, gobernarla. Pero ni siquiera en el caso del modelo chino o soviético, se puede hablar de que una identidad partidaria va a marcar una identidad nacional o integrarse a una identidad nacional, que se dice no poder definir. Es un error y un horror, el que actos de gobierno o el que un Plan de Gobierno; el que políticas públicas que se implementan en un periodo determinado de tiempo, se interpreten como un transvase  de identidades. Gobernar es actuar sobre la nación, sobre la institucionalidad del país; es ejercer una influencia -relativa- pero no es un dogma. No puede entenderse como una influencia real y definitiva sobre la identidad nacional.

Resulta absurdo que un partido anclado en el pasado, sin presencia política significativa; en una grave crisis institucional; sin liderazgos de solera y con una ideología que responde a los postulados y a la realidad histórica de hace sesenta años, pretenda sin tener un método para interpretar la sociedad, ser portaestandarte de una identidad  nacional, que sus académicos confiesan sin rubor no poder definir.

Para agudizar las contradicciones en ésta "singular charla" plagada de academicismo barato, lo primero que el congresista Mesías Guevara Amasifuen, Presidente de ACCIÓN POPULAR, dice en el colofón de la conferencia, es que "en el Perú lo que más sobran son las ideas" , que hay que priorizar la acción política, la autoestima. Que -tal vez apelando al complejo mesiánico que lo caracteriza- hay que tener el ego elevado. Y la respuesta que se cae de madura, es que, si las ideas sobran,  queda claro que este tipo de eventos  son escenografía política para aparentar lo que no se es. 

En suma Guevara impulsa eventos en los que no cree, porque lo que para él prima en la política "es la convicción,la fe en acciones y las actitudes políticas" . En su participación final, Mesías Guevara afirma que cuando FBT apareció en la escena política nacional, era poco menos que "un chancay de a veinte"  porque no era un político descollante. Si uno trata de interpretar psicoanaliticamente el mensaje del congresista cajamarquino, este tal vez  sea el que para alguien que pretende ser la reencarnación mesiánica de Belaunde, eso es algo progresivo, que toma su tiempo como le tomo al patriarca. Finalmente, allí esta la infeliz frase de que "él se gana el pan con el sudor de su frente" ignorando que el sueldo  de congresista se paga con el sudor de los peruanos. Que el oficio de congresista está bastante desprestigiado. Que él ejerce función pública y que el ciudadano común y corriente, rechaza este tipo de declaraciones. Más allá de la charla, queda claro que el actual Presidente de ACCIÓN POPULAR, además de el poder; tiene alta la autoestima, elevada la soberbia y un ego colosal......condiciones peligrosas en un partido sin institucionalidad.







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