miércoles, 16 de diciembre de 2015

N° 323 - OPORTUNISMO, ELECTORALISMO Y CRISIS TERMINAL

LAS ELECCIONES DEL 20 DE DICIEMBRE:





Basta ver los foros partidarios, para confirmar la tendencia de los últimos tiempos. Para darse cuenta que ACCIÓN POPULAR es un partido fracturado, con divergencias irreconciliables entre los dos sectores en conflicto. El problema es que la controversia no es ideológica, ni programática. No es una confrontación por ideas,  es una pugna por el poder, por el mundano poder; que ha impedido que las partes involucradas puedan sentarse democrática y civilizadamente a conversar, limando asperezas, arreglando diferencias y llegando a consensos, en función de las cosas que los unen y no de las diferencias que los separa. 

Este grotesco arranchamiento del partido, que tiene como caldo de cultivo, una militancia sin mayor cultura política, alimentada por odios internos y  externos y taras históricas, que eran validas hace sesenta años, pero que no tienen fundamento en la hora presente -cuando la cultura política a superado el cavernicolismo de antaño- generan un escenario de mediocridad, donde lo que abunda es el insulto y la diatriba. Un escenario donde queda claro, que lo que menos importa es el partido ACCIÓN POPULAR y lo que él representa, aunque el discurso político diga lo contrario; porque de alguna manera en esta pelea intestina interna, se reedita políticamente esa machista frase de "eres mío o de nadie".  

En el contexto anterior, con un partido dividido, en crisis, sin calor popular, sin programa ni posicionamiento institucional; sin cuadros ni líderes de solera y socavado por  intereses personales, lo que va a primar es el electoralismo, el oportunismo y el proyecto personal que termine con el partido de Belaunde, en el histórico cementerio de la política.

Ni Barnechea, ni Guevara o ni Guevara ni Barnechea, van a lograr pasar la valla electoral. En principio, porque son candidatos de un partido que no representa electoralmente nada. Porque cualquiera de los dos seran candidatos, de un partido que sobrevive gracias a una bancada parlamentaria, que fue elegida en alianza con PERÚ POSIBLE, pero que hace rato no es más que una franquicia política, un membrete, los restos de lo que fue el partido de Belaunde. Adicionalmente a lo anterior, estamos frente a dos políticos acartonados, sin sabor ni cintura política, que no marcan la diferencia frente a candidatos más posicionados, con el añadido que no tienen ni la logística ni los recursos para venderse exitosamente como otros candidatos presidenciales mejor ubicados y con mayor imagen pública. 

Uno más articulado que otro, Barnechea y Guevara o Guevara y Barnechea, son políticos -que en un país folklórico, pintoresco y chicha- quieren apostar por imágenes academicistas de diverso cuño -una real y la otro fingida- que no llegan a impactar en el electorado, por factores que seria muy largo detallar y que no son el leiv motiv de este artículo.

Con un partido como el que padecemos quienes militamos en ACCIÓN POPULAR,  lo que menos importa -a las cúpulas encaramadas en el poder y que se relevan en los cargos- son los grandes intereses nacionales, el servicio a las mayorías más pobres del país, el futuro del Perú y de los peruanos, los valores y los principios de la democracia y el mantener el legado de Belaunde. Esa es lamentablemente, solo la retorica efectista con la que se envuelve la morisqueta  que se pretende comercializar, para vender humo, para traficar con un partido inexistente, para marketear ante el electorado la apariencia de lo que no se es. Para satisfacer intereses personales diversos, entre los que se encuentran los de una serie de militantes sin brillo ni capacidad; personajes, que han visto en esta falacia de "la candidatura propia", la posibilidad de que una postulación al Congrezoo, los arrope, los haga importantes, les de CV y un momento de fama en la vida.

En una campaña llena de agravios y carente de ideas. Se le espeta a Barnechea su condición de ex-aprista, su oportunismo por aparecer ahora y cuando busca la candidatura presidencial, como un "ferviente admirador" de Belaunde. Y aunque no les falta razón a sus adversarios, porque Barnechea se equivoco en la estrategia y subestimo   la inteligencia del militante y su antiaprismo. Porque su belaundismo es falso, forzado y fundado en su interés personal y en el de quienes lo promocionan como ariete para enfrentar a Guevara; otro gran problema de su postulación, es que detrás de él, están los Del Águila, Raul Diez Canseco, Vitocho y Kesell y Cía, culpables ante el militante de la crisis y enfrentados hoy con Mesías Guevara, el otro responsable de que el partido este en cuidados intensivos. El Congresista cajamarquino, tuvo el mérito de erigirse frente a los anteriormente nombrados, como un nuevo liderazgo, que con las virtudes que indudablemente tiene, lamentablemente no es un liderazgo institucional; porque simplemente ha buscado su propio interés, dividir para reinar; tomar el partido, controlarlo políticamente, sin medir sus limitaciones y carencias.Siendo simplemente el liderazgo de Mesías Guevara, el más cercano y presente, que los liderazgos que hoy enfrenta y que miraban al militante por debajo del hombro. Que lo subestimaban y lo maltrataban. 

Al final a su manera Guevara manipula, maneja, subestima utiliza y huevea también al militante. Pero a diferencia que lo que históricamente han representado Diez Canseco, Vitocho, los Del Águila y Kesell y Cía; él es visto de manera diferente.

Lo que no perciben los militantes que  apoyan a Guevara, es que éste es tan oportunista como Barnechea. Un oportunista de casa, con años y diversos cargos en el partido, maquillado con los eslogan partidarios, con las frases de cliche, consciente del manejo de las taras partidarias y los antiaprismos, que sirven para la manipulación  y el aggiornamiento político. Gestos, poses y frases efectistas que levantan palmas del respetable. 

Guevara que fue promotor de la "candidatura propia", que afirmo en medio de su verbo  mal hablado, que ya ha entregado el partido a los jóvenes, que la mujer es importante para él en la política; termina con una plancha sin los jóvenes y sin las mujeres por las que dice apostar. Haciendo una alianza encubierta con un aventurero político, que esta tras la fachada de un partido que es propio -CAMBIA PERÚ-  que no representa más que a los cuatro gatos que lo conforman.  Con perseverancia y pensando en el largo plazo, lo que busca Mesías es hacerse conocido, algo que no ha logrado a pesar de ser congresista. No importa que el partido pierda la inscripción. Guevara con la paciencia oriental con la que mueve sus pasos, piensa en un futuro sin ACCIÓN POPULAR, como candidato al gobierno regional de Cajamarca, de la mano con Carlos Jaico, Primer Vice Presidente en su fórmula y dueño de CAMBIA PERÚ -con quien si parece dispuesto a compartir el partido- y la posibilidad de re-iscribirlo si se pierde la inscripción al no pasar la valla.

En este escenario, es una pena que Jano Montoya, haya pensado que las lides políticas entregan premios fair play a los que no ponen la pierna fuerte, ni van a las pelotas divididas; o que las elecciones  la ganan los formalitos, los descafeinados, los que voltean la cara frente a los problemas. Montoya perdió más que una elección. Perdió la posibilidad de ser el tercero en discordia, el violetero, el out sider en la elección interna, el candidato que pudo conseguir la unidad partidaria. El líder de la unidad y de la institucionalidad. Teniendo la oportunidad frente a él la desperdicia por tibio y por timorato. Jano Montoya es  sin lugar a dudas, un caballero, un profesional exitoso, que a sus palmares podrá añadir que fue pre candidato a la Presidencia de la República, pero nada más. Con relación a la Dra. Mejía; la gente esbozo una sonrisa cuando conoció a sus Vice Presidentes. Una sonrisa que vale más que las mil palabras que se puedan anudar sobre su candidatura.

Al final, hay que ver cuan "limpias y transparentes" terminan siendo estas elecciones donde el Comité Electoral Nacional de los "ancianos ilustres" no esta inscrito en el JNE y viene siendo manipulado por operadores de Kesell y Cía y evacuando resoluciones cuestionables que prueban que la tortuga se les esta escapando.

Mientras que los guevaristas anti RDC se indignan por la supuesta apristización del partido; no se dan cuenta o no quieren pronunciarse deliberadamente, de que estamos viviendo una penetración -propiciada por el mismo presidente del partido- de la gente de CAMBIA PERÚ. Militantes  que se toman el atrevimiento de pechar e insultar en los foros partidarios a los acciopopulistas, sin que nadie les diga nada. Y lo anterior, porque este es un partido de pechos fríos donde lo que importa es el interés personal y no el partido. Y lo que se cacareaba antes; de que los foros y los problemas del partido son para gente del partido, hoy no cuentan, se ignoran, son letra muerta. Guevara ha convertido al partido en un vientre de alquiler para satisfacer su propio interés. Últimamente es una especie de Toledo Cajamarquino, habla una cosa y hace otra, juega caricarturescamente con las palabras y genera frases para la sonrisa mientras la realidad lo desmiente.

En el 2015 eso de "El Perú como Doctrina"  y todo lo que implica el legado de Fernando Belaunde, es una simple frase de utilería. La lucha intestina por el poder es a muerte y no importa que el partido pierda su registro. El oportunismo, el electoralismo y la crisis terminal están por todos lados. Los suicidios colectivos se dan también en la política.


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