domingo, 20 de diciembre de 2015

N° 324 -GANO ALFREDO BARNECHEA

EL MILITANTE NO QUISO CAMBIAR  ACCIÓN POPULAR POR CAMBIA PERÚ:



Gano Alfredo Barnechea la candidatura presidencial y mi primera impresión es que a pesar del antiaprismo que se exacerbo  en la campaña, el militante, que puede agachar la cabeza o quedarse callado, pero que no es tonto; le dio el triunfo a Barnechea -en una elección en la que de lo que se trata es acarrear gente o que sufrague el militante identificado con el partido, el militante verdadero-  en comicios en los que se voto por el candidato de mejor imagen pública, el que les pareció el más articulado, el que maneja mejor conceptos, visiones de estado y políticas públicas. Adicionalmente a lo anterior, el militante termino sancionando la falta de coherencia de Guevara y el que subestimara la inteligencia ajena, al introducir de contrabando, la alianza con un partido sin registro, como "CAMBIA PERÚ", cuyos militantes terminaron infiltrados en los foros y en los pasillos de Paseo Colón, pechando a nuestra propia gente y metiéndose en temas internos en los que no tenían arte ni parte. 

Obtenida la candidatura, Barnechea termina siendo el líder mediático de ACCIÓN POPULAR y lo primero que tiene que hacer, si quiere escribir una historia que no sea solo parte de su biografía personal; es preocuparse de la crisis interna, no ignorarla, enfrentarla, tener la humildad de reconocer errores y apartar -por estrategia- de su campaña; a gente que no suma sino que resta, en ese obligado esfuerzo unificador; como son los Del Águila o Kesel.  En el contexto descrito, se tiene que buscar conciliar políticamente, con ese sector que apoyo a Mesías Guevara, más  que por su pasado aprista, por lo que representaban en su lista los Del Águila o Kesell; reestructurar o mejor dicho apuntalar las listas parlamentarias; sobre todo la de Lima, donde tenemos un "proyecto de bancada" sin brillo, llena de perfectos desconocidos, que antes que curriculum vitae o trayectoria personal, tienen grandes ambiciones y un oportunismo a flor de piel.

Por otro lado, las generalidades sobre visiones de estado o políticas públicas, que sirvieron para ganar la elección, que pueden encandilar a un auditorio poco informado y/o desacostumbrado a este tipo de lenguaje político, como el interno; tienen que dar paso a equipos técnicos de trabajo, que determinen la obra pública a desarrollar; que conviertan la vaguedad en la tarea específica. Barnechea no la tiene fácil, representa un partido tradicional, en crisis y sin presencia política en la escena nacional. A pesar de ser un viejo conocido de la clase política, con excelentes contactos periodísticos, es un desconocido para el electorado joven, que tiene que conquistar obligatoriamente, para salir del rubro de "otros". En esa dirección, en un país chicha, lleno de contrastes y folklorismos, la figura del académico, que quiere interpretar Barnechea -porque finalmente lo es- no tiene mucha pegada a la hora de buscar votos. Y el candidato de ACCIÓN POPULAR tiene entonces que comenzar a sacar cintura y a usar un poco de ají panca en su desarrollo político electoral.

En un país donde la político a perdido el romanticismo de las ideas y el idealismo de los valores y los principios; que un social demócrata con identificación hayista, sea el candidato de ACCIÓN POPULAR, no cuenta mucho fuera de los extramuros de Paseo Colón, donde la Sra. Susana Villaran termina candidateando con el nacionalismo; donde gente de izquierda termina enlistada con el fujimorismo y los políticos se traspasan o se venden como en los draff del fútbol. Si Alfredo Barnechea pasa la valla electoral habrá que agradecerle en su momento y veremos que nos depara juntos el futuro. Si no lo hace, estamos seguros que se ira por donde vino. Así es el fútbol. 

(*) Habra que esperar a ver si un Comité Electoral Nacional Incompleto, sin cumplir los requisitos de ley, se puede inscribir e inscribir la plancha presidencial y no nos quedamos vestidos y alborotados.




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