sábado, 16 de agosto de 2014

N° 293 - EL "DR". DEL ÁGUILA MOROTE, EL COMITÉ POLÍTICO....

Y LOS  NARCOS, VIOLADORES Y LAVADORES DE ACTIVOS CANDIDATOS:



Frente a la realidad de un partido que se cae a pedazos; que sufre una crisis institucional, ética y moral nunca antes vista en los predios de Paseo Colón -y que si bien no es de ahora- se ha agudizado, por la falta de liderazgo, por los intereses personales, por la mediocridad y el mercantilismo de los Del Águila y de Kessell y Cía. Lógicamente, con la complicidad por demagogica acción o por omisión, de aquellos a los que les conviene un partido que no representa casi nada, que es un simple membrete y que parásita en la escena nacional, buscando aparentar lo que no  es, para que electoralmente -en cada elección nacional- una alianza o un puñado de votos, les de  la figuración que necesita su vanidad o su mediocridad; unas cuantas victorias provincianas o los cuatro o cinco cupos parlamentarios para que el partido siga sobreviviendo, para que sigamos jugando a la política.Y para que ellos continúen políticamente vigentes. 

En ese contexto, me resulta hamletiano, el calificar a aquellos militantes que hablan de que "no hay que ver las cosas negativamente, que los enemigos del partido están afuera, que hay que fortalecer el partido, que hay que trabajar y no criticar públicamente a los líderes  que tenemos, ni manchar honras, porque éste es un partido con historia y valores que tiene a Belaunde como icono".Como si en política, criticar pillerías y corruptelas fuera una ofensa. Como si el partido fuera primero que el país; como si los valores, los principios y la decencia, fueran primero que el silencio cómplice, que el espíritu de cuerpo o la ambición de poder.   En política, ante una realidad como la que vive hoy  el Perú y de la que ACCIÓN POPULAR no es ajena, ser o no ser es el dilema.

Si de defender esa "institucionalidad", ese "legado de Belaunde" se trata. Una defensa  que pretenda guardar las excrecencias debajo de la alfombra, lo único que  hace es defender el statu quo y darle valor a lo más nefasto del quehacer político, porque hace rato el balance como partido es más negativo que positivo. Porque hace rato no tenemos identidad ni propuesta de partido, ni visión de país; ni formamos cuadros, ni capacitamos al militante, ni nos pronunciamos organicamente sobre la realidad nacional. Y lo concreto y lo real, es que en el escenario anterior, se puede ser ingenuo, bobo....  o un gran pendejo. De aquellos que con demagogia y cinismo, lucran con la imagen de Belaunde, vendiendo un partido  inexistente, para el cual el poder o el beneficio personal es lo único que importa. Y como la ignorancia es audaz, en ese objetivo, lleno de caretas, de mentiras, de demagogia y de cinismo, en un partido sin proyecto político y sin visión de país -que solo hace política a través de sus congresistas- soltar  frases "intitucionalistas", frases ilusas, de cliche, que apelen a la "unidad" o al "trabajo" para "hacer partido", resulta ridículo y caricaturezco.

En medio de todo este escándalo sobre candidaturas impresentables, se reúne el Comité Político y el "Dr, jurisconsulto y mancha papeles" del Ing. Edmundo Del Aguila Morote, que ha demostrado sus dotes de leguleyo al interpretar antojadizamente en el anterior plenario los estatutos, manipular a la concurrencia, prorrogar un improrrogable mandato y darle al monigote político de Alan Kessell, el control de la Secretaria de Organización, que estatutariamente por ser Secretario General Nacional no puede ejercer. En medio de ese cónclave partidario del más alto nivel, ante la discusión de candidaturas que tienen cuestionamientos judiciales, éticos y morales; sale el "Dr. Del Águila" en el Comité Político, con el cuento de que hay que respetar la "presunción de inocencia", que los candidatos a los que se les saque pueden enjuiciar al partido. Apela "el Doc" al Artículo 14° de la Ley de Partidos Políticos, que nada tiene que ver en el tema, porque lo que se sanciona allí, son conductas anti democráticas derivadas de acciones o apología al terrorismo (1). A renglón seguido, hace que se nombre una "Comisión" presidida por la Dra. Yehidi Quiroz, Secretaria de Juventudes, que falsifico documentos para acreditar tiempo de militancia en el partido y poder inscribir su cargo en el JNE; comisión que integran los Presidentes de las Salas de Disciplina y el Sr. Daniel Quispe Machaca. Posteriormente hace que Alan Kessell saque un pronunciamiento negando que haya sentenciados por terrorismo o lavado de Activos. Un comunicado que el Sr. Kessell se va a tener que tragar en su oportunidad.

Para comenzar por el final. La  lista de 23 sentenciados por narcotráfico y lavado de activos, candidatos de ACCIÓN POPULAR, existe. Es proporcionada por el Ministerio del Interior al JNE. Y el que sin información o con la información que oculta, Del Águila haya convencido a los venerables ancianos del Comité Político que eso no es cierto, trasluce en principio, el que por más venerables que sean, quienes no tienen futuro político y están fuera de tiempo; no pueden conducir los destinos del partido. No solo porque no lo dirigen ni orientan, sino porque terminan manipulados por quienes, como Del Águila, defienden determinados intereses; sus intereses, sus candidatos y sus negocios o negociados políticos. Porque nadie me va a decir que los candidatos de la Región San Martín, los de Lima Provincias o Miro Ruiz, el "Mata Perro" no han dado un cobre por ser candidatos y lo son por su "amor al partido" o por su "identificación" con Belaunde.

No es fácil escribir estas cosas. Pero alguien tiene lamentablemente que decirlo. La política en el Perú hace rato que se ha envilecido, hace buen tiempo que esta marcada por la mediocridad con poder, por los intereses personales y por la corrupción. Aunque en política no hay ángeles ni santos, nunca antes se vio en  ACCIÓN POPULAR, este mercado de candidaturas, este remate de cargos públicos, donde la leguleyada, la troica y el abuso de poder marcan la pauta para el proyecto personal. Resulta caricaturesco  decir que somos "La Reserva Moral del Perú" y terminar defendiendo candidatos con prontuario, oportunistas con levita, pendejeretes con Master Card, solo por promocionar al crío. Por sostener la candidatura del hijo, al que "por amor paternal", Del Aguila Morote tiene que promover en  su futuro político.

Si hechos como éste que tienen que ver con la ética, con la moral, con la decencia, se dejan prosperar; no va a haber Belaunde que haga el milagro, ni Paniagua al que se prendan velas. Lo delincuencial y lo más nauseabundo de la política tendrá el protagonismo que le dan trece monedas y habremos vendido la ultima bandera que agitábamos en la batalla. La reserva moral en el partido de Belaunde no es retórica existe. Esta gente tiene que irse.

(1) Artículo 14º.- Declaración de ilegalidad por conducta antidemocrática:

La Corte Suprema de Justicia de la República, a pedido del Fiscal de la Nación o del Defensor del Pueblo, y garantizando el derecho a la pluralidad de instancia, podrá declarar la ilegalidad de una organización política cuando considere que sus actividades son contrarias a los principios democráticos y se encuentran dentro de los supuestos siguientes:
14.1 Vulnerar sistemáticamente las libertades y los derechos fundamentales, promoviendo, 
justificando o exculpando los atentados contra la vida o la integridad de las personas o la 
exclusión o persecución de personas por cualquier razón, o legitimando la violencia como 
método para la consecución de objetivos políticos.
14.2 Complementar y apoyar políticamente la acción de organizaciones que para la 
consecución de fines políticos, practiquen el terrorismo o que con su prédica contribuyan 
a multiplicar los efectos de la violencia, el miedo y la intimidación que el terrorismo 
genera.
14.3 Apoyar la acción de organizaciones que practican el terrorismo y/o el narcotráfico.
La sentencia firme que declara la ilegalidad de un partido político tendrá los siguientes efectos:
a) Cancelación de su inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas y en cualquier 
otro registro.
b) Cierre de sus locales partidarios.
c) Imposibilidad de su reinscripción.
La sentencia firme que declara la ilegalidad de un partido político será puesta en conocimiento del Ministerio Público para la adopción de las acciones pertinentes.






  

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