Creo que la ética política, el amor al país, el respeto a la figura y al legado de Belaunde; y el descrédito de lo que significa ser político y hacer política en el Perú; obliga a quienes dicen encarnar una nueva generación de líderes políticos, a quienes dicen renovar las formas y maneras de hacer política, a respetar al pueblo, a ser coherentes con su dicho, a actuar con honestidad, sin demagogia, sin ofender la inteligencia ajena y con respeto a los valores democráticos y a lo que implica una cultura marcada por el respeto y la convivencia social que debe existir entre gobernantes y gobernados, entre las élites y las masas. Eso se llama decencia política.
Y digo esto, porque frente a la realidad que vive ACCIÓN POPULAR, un partido con una crisis de unidad y de identidad muy grande, sin cuadros técnicos ni políticos con presencia y aroma popular, que ha apostado de la mano de los Del Águila, por darle la espalda a la posibilidad de reinventar el partido, de cambiar o renovarse; por insistir en el oportunismo electoralista (que solo favorece el interés personal) de la mano de liderazgos mediocres y serviles, como el de Alan Kessell y de los que se han subido a esta combi de intereses diversos que llaman ACCIÓN POPULAR, pregonando una victoria electoral en la que ni ellos mismos creen; porque al margen de no tener un buen candidato y una propuesta significativa con visión de ciudad; han convertido el partido en un "vientre de alquiler" de candidatos con prontuario, de candidatos que son ex militantes de otros partidos o de los oportunistas de siempre, que buscan simplemente el logotipo y el soporte que necesitan para postular.
Una postulación, en la que asoma el mercantilismo, el aprovechamiento personal, las corruptelas propias de la política criolla. Y lo anterior, porque resulta absurdo pensar que Edmundo Del Aguila Morote, haya entregado por nada esas candidaturas, para que represen al partido. Porque resulta increíble aceptar que no ha habido dinero de por medio; a pesar de que el partido declara ante la autoridad electoral, que no ha recibido "ningún aporte" -como lo ha informado EL COMERCIO en su edición del viernes 08 de Agosto- con lo que, el ex Congresista Miro Ruiz, el "Mata-Perro", es el candidato del partido a la Región Huancavelica, supuestamente por su conversión al "Belaundismo", por sus "grandes condiciones políticas" y su gran capacidad profesional y técnica; como supuestamente, lo son también, los candidatos en la Región San Martín, con procesos sobre "lavado de activos" o los de Lima Provincias, donde parece que las candidaturas se subastaron en un Mercado de Pulgas, ante la falta de candidatos del partido.
En el contexto anteriormente descrito, en lo personal me da vergüenza, escuchar a Edmundito Del Aguila, hablar en las entrevistas que concede, que somos un partido "distinto en la política peruana", un partido que hace "docencia con decencia", con institucionalidad, con propuestas, con honestidad y eficiencia. Con candidatos propios, no improvisados, preparados y jóvenes, por lo que es un plus agregado postular por ACCIÓN POPULAR, ya que es un partido con historia, donde hay un equipo técnico detrás de candidatos que tienen "eficiencia comprobada". Lo que además de no ser verdad, es una ficción porque hace treinta años que dejamos el poder; porque estamos huérfanos de calor popular y no hay trabajo técnico-político sobre la realidad del país.
Ante tanto cinismo y tanta mentira, pues en Lima mas de la mitad de los candidatos no son del partido, provienen del PPC, de la izquierda, de PERÚ POSIBLE o son independientes inscritos a última hora en el partido. Ante la burda manera de subestimar la sabiduría popular y el sentido común del elector, porque no hay un eje articulador entre las propuestas de Del Águila y el resto de los candidatos de Lima. Ante tanta indiferencia por los valores democráticos y la decencia en política, porque hay en Lima un candidato como el Sr. ELOY SALCEDO, de Santiago de Surco; que no puede ser candidato, porque tiene una sentencia por violación, otra por fe publica y una última por alimentos, que lo convierte en políticamente impresentable. Por todo lo anterior, nos vemos en la obligación de dejar constancia, que ese discurso político que pinta una realidad groseramente inexistente, es contrario a los valores que encarna la ética, la decencia y la política bien concebida; aunque hayan voces que aplaudan el hueveo como práctica política. Aunque haya gente que dice que Edmundito esta "muy bien", que festeja la mentira, el embuste y el engaño como estrategia electoral para una victoria que supuestamente ven cercana.
Edmundito Del Águila, esta tan comprometido con su proyecto personal, con su libreto; y tan absorbido por sus mentiras, que dice que la Teniente Alcalde de su lista es "médico" cuando es Obstetra y porque para mayor abundamiento, esta igualmente, "tan comprometido" con su lista de concejales, que ni si quiera recuerda el apellido del PNP que lleva como regidor, aunque dice que él -Don Arturo Dávila- le hizo la propuesta de seguridad ciudadana. Con lo anteriormente expuesto, Del Águila contradice su afirmación de la existencia de un " equipo técnico" ya que éste se reduce a un solo iluminado e inspirado ex miembro de la Policía Nacional.
Queda claro en todas sus declaraciones, que Edmundito Del Águila se encierra en una retorica hueca, en simples frases hechas, como aquella de que ACCIÓN POPULAR es un partido que le da "solvencia a la democracia"; que tenemos un activo que es "la honestidad con eficiencia".
Y la pregunta elemental ante este escenario de demagogia, de cinismo y de electoralismo ramplón; es como ve ACCIÓN POPULAR a los ciudadanos electores del 05 de octubre: Como una sociedad que merece respeto y que es una responsabilidad y un orgullo el gobernarla por lo que hay que ser honesto y preparado para ello; o como una masa de ignorantes, a quienes se puede engatusar y engañar en la búsqueda satisfacer simplemente el interés personal; de obtener voto y por ende el poder porque no tienen conciencia crítica. Y mejor lo dejo allí, porque hay quienes ignorando la reralidad, se llenan la boca de que el partido es la "reserva moral del Perú", el que tiene como icono, ejemplo y referente a Belaunde. Porque dice Edmundito Del Aguila, sin ruborizarse, que ACCIÓN POPULAR es un partidazo, que los otros partidos son vientes de alquiler, partidos improvisados, desorganizados, demagógicos, que no tienen oferta electoral técnica ni sólida. Al final uno de sus asesores, ha tenido el atrevimiento de decir que Del Águila es la viva imagen de Belaunde. Y lo peor es que hay gente que le cree, por ingenuidad, por ignorancia o por conveniencia. Pero le cree.
Queda claro en todas sus declaraciones, que Edmundito Del Águila se encierra en una retorica hueca, en simples frases hechas, como aquella de que ACCIÓN POPULAR es un partido que le da "solvencia a la democracia"; que tenemos un activo que es "la honestidad con eficiencia".
Y la pregunta elemental ante este escenario de demagogia, de cinismo y de electoralismo ramplón; es como ve ACCIÓN POPULAR a los ciudadanos electores del 05 de octubre: Como una sociedad que merece respeto y que es una responsabilidad y un orgullo el gobernarla por lo que hay que ser honesto y preparado para ello; o como una masa de ignorantes, a quienes se puede engatusar y engañar en la búsqueda satisfacer simplemente el interés personal; de obtener voto y por ende el poder porque no tienen conciencia crítica. Y mejor lo dejo allí, porque hay quienes ignorando la reralidad, se llenan la boca de que el partido es la "reserva moral del Perú", el que tiene como icono, ejemplo y referente a Belaunde. Porque dice Edmundito Del Aguila, sin ruborizarse, que ACCIÓN POPULAR es un partidazo, que los otros partidos son vientes de alquiler, partidos improvisados, desorganizados, demagógicos, que no tienen oferta electoral técnica ni sólida. Al final uno de sus asesores, ha tenido el atrevimiento de decir que Del Águila es la viva imagen de Belaunde. Y lo peor es que hay gente que le cree, por ingenuidad, por ignorancia o por conveniencia. Pero le cree.
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