martes, 13 de octubre de 2015

N° 319 - EL ALAN DE LOS COJUDOS

¿RENUNCIARA?........


El gran problema de las torpes y desafortunadas declaraciones de Kesell -que no hacen más que reafirmar  que estamos frente a un individuo sin criterio, personalidad ni talento político- no es que se hallan hecho, porque finalmente tenemos una crisis de liderazgo, que va desde la soberbia acartonada de Mesías Guevara por haber impuesto su proyecto personal al partido, hasta llegar a este caricaturezco personaje de Kesell, que no es más que la careta de un amasijo de intereses en los que se agrupan los Del Águila, RDC, Vitocho, sus seguidores y las geishas históricas del partido, que se encargan de direccionar y acarrear a las masas, hacia objetivos que no son ni partidarios ni institucionales.

El caso de los Del Águila es singular, porque el padre, que era un personaje de segundo nivel en la época auroral del partido, termina encaramado en la presidencia, ante la ausencia de liderazgos; y tambien, por su "juventud", frente a los ancianos fundadores, que todavía juegan a la política, renunciando a la jubilación y faltandole el respeto a la memoria de Belaunde y al partido en el que determinado momento fueron pilares fundamentales de su articulación política. 

La presidencia transitoria de Del Águila,  para lo único que sirvió, fue para promocionar al hijo. Para que "gane" un cargo en el ejecutivo partidario y  entregarle así la candidatura a la Alcaldía de Lima, donde a pesar de que sus vocingleros lo promocionaban como "el joven Belaunde"  termina con un 1% de votación. Hoy frente a las declaraciones de Kesell; Edmundito del Águila,  Secretario General de Lima Metropolitana -cargo al que no hubiera accedido si su padre no hubiera sido Presidente- cuando este grupo es rotulado equivocadamente "de derecha", responde a la manera de la derecha bruta y achorada, cuando ni él, ni papá, ni su grupo tienen una visión ni liberal ni de derecha, sino que son simples mercantilistas de la política, que usan el partido para su beneficio personal; de la misma manera que usan al pobre Kesell para que sea el busto parlante y el operador político de su proyecto corporativo. Un proyecto que no busca hacer partido, forjar institucionalidad o servir a los altos intereses nacionales, sino aprovecharse del partido y de la imagen de Belaunde para beneficio personal. Al final todos en ACCIÓN POPULAR tocan la misma sinfonía, todos juegan las mismas cartas.

Demás esta decir que si nos quedamos en el señalamiento de la declaración, estamos en lo mismo que el pobre Kesell. Este  estropicio que es vergonzoso, no debe significar elevar como postulado, como parte de la doctrina política; el que la basura hay que esconderla debajo de la alfombra. El que la miseria moral e institucional del partido hay que seguir maquillandola o negandola. Eso es más de lo mismo. La gente percibe dentro de las instituciones más corruptas a los partidos políticos y ACCIÓN POPULAR es visto como un partido tradicional, en trance de extinción, que se cree las mentiras y las fantasías que se dicen entre las cuatro paredes de Paseo Colón.

Lo que hay que hacer es buscar rectificar el rumbo, construir institucionalidad, trabajar en la formación de cuadros, re valorar la ética y la decencia como parte de la acción política y no insistir en el lumpenezco electoralismo mediocre en el que estamos metidos.

No deja de llamar la atención en el contexto anterior, que el "entrevistado" Jano Montoya, que aspira como militante a la candidatura presidencial del partido y que podría ser el out sider interno -cuando se de la pre selección, porque ésta ha sido solo una "entrevista de candidatos", según la "interpretación autentica" de Don Luis Enrique Gálvez, que de otrora líder partidario ha pasado a ser principal operador político de Mesías Guevara- no haya dicho nada. No se puede aspirar a ser candidato del partido sin señalar errores, sin buscar rectificar el rumbo; sin elevarse política, moral e intelectualmente, sobre los mediocres liderazgos partidarios y hacerles ver que con este carroñeo político se ofende la memoria de Belaunde y se acelera la descomposición y la extinción del partido. El silencio prueba que aunque los amigos le hayan hecho antesala, es un hombre del sistema. Que lo que se quiere es solo la candidatura, la membresía, el mote y el brillo que puede significar la postulación, en un país donde lo que se busca son los títulos y los honores.

Y la pregunta que se cae de madura, es si el Sr. Alan kesell Del Río va a renunciar. Y yo digo que no. Este es un partido que ha perdido el sentido de la decencia, de la honestidad, de los principios y los valores. Los "líderes partidarios" han perdido la vergüenza, bajo el aliento de una serie de ignorantes y ayayeros, que conforman hoy la reducida militancia partidaria. Una pequeña militancia que no tienen la menor idea de lo que es la política. Alan Kesell ha  sido y es  la simple expresión de una crisis que hace agua por todos lados. La prueba que hay "Alans" para todos los gustos; Hay el demagogo, el que es percibido como corrupto, el político al que sus compañeros perciben como líder. Y los hay como el acciopopulista. Como "nuestro Alan" que representa la mediocridad y el liderazgo de utilería; el que defiende determinados intereses que buscan utilizar el partido........ o el que siguen algunos ingeunuos que insisten que este es el partido de Belaunde.


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