sábado, 2 de abril de 2016

N° 325 - YO NO VOTO POR ALFREDO BARNECHEA

EL "BELAUNDISMO DEL SIGLO XXI":





Creo que la democracia implica el respeto a las minorías.El derecho a discrepar en función de ideas y conceptos, el derecho a pensar diferente. Creo que la política no es la búsqueda de el poder por el poder. Que la política es un ejercicio y un esfuerzo constante por generar consensos; por satisfacer los grandes intereses nacionales. Creo también que no se puede hacer política sin respeto a las formas, a la ética, a la decencia y a los valores democráticos; en un país donde la política gracias a la mediocridad de su clase política, se ha desprestigiado y envilecido; se ha prostituido y mercantilizado. Porque antes que partidos políticos hay franquicias; ghetos políticos con sus patrones y sus parceleros. 

Para nadie -de los que militamos en ACCIÓN POPULAR- es un secreto que la grave crisis interna, la falta de calor popular, de propuestas y de institucionalidad del partido; encontró en Alfredo Barnechea García, el mascaron de proa que le devolviera el protagonismo perdido a un colectivo sin brújula y en trance de extinción. El gran problema es que la cosmética electoral, solo sirve para el engaño y para el embuste, para engatuzar a la gente; para llegar al poder en un país cansado de su clase política y de las viejas formas de hacer política,alentando los apetitos de poder en la interna partidaria. Pero no sirve ni para hacer un buen gobierno; ni para construir partido.

Y lo anterior porque Barnechea puede ser un hombre articulado, culto, inteligente, que destaca en medio de tanto limitado político en la escena nacional, pero su propuesta es gaseosa, inconsistente; no tiene un soporte institucional técnico -esto es un equipo detrás de él- y porque nace del "protagonismo mesiánico" de psicopatías que se creen predestinadas a satisfacer su vanidad personal, antes que buscar el beneficio de las grandes mayorías nacionales. 

Es interesante en el contexto anterior, analizar como Barnechea gracias a su verbo, a su articulación e inteligencia, explota su imagen de intelectual pero termina  actuando como un político tradicional. Como el más tradicional de los políticos; mintiendo, engañando, actuando con prepotencia con sus subordinados y desnudando una arrogancia y patanería, que forma parte de su personalidad y que indudablemente viene de infancia. El último incidente de Mercedes Araoz pretendió justificarlo como "un distracción"  el problema es que a la Sra. no la saludo ni a la entrada ni a la salida. Que allí lo termina traicionando su yo interior, su subconsciente. Porque en el fondo de su yo interior, ella -aunque eso no sea real- "le quito" la candidatura aprista a la Presidencia de la República, afectando su ego personal.  El no saludarla es entonces un acto inconsciente.

En esa dirección, resulta igualmente, más propio de un político que de un intelectual, que se presente un "equipo técnico" que en la realidad no existe y que esta forzosamente conformado  a última hora, para dar la imagen de que existe. Un "equipo técnico" conformado por algunas viejas glorias del partido, por unos amigos o conocidos del candidato o de "los señores" del partido.......... y por un montón de militantes, que son reconocidos más por su servilismo, su oportunismo e incondicionalidad; que por condiciones técnico-profesionales. A ellos se sumaron para la foto, algunos otros militantes que a pesar de tener alguna trayectoria no fueron convocados nunca, pero para los que es un jamón y un plus la placa fotográfica para el recuerdo. Mentir de esa manera descarada, pretender engañar a la gente, dar la imagen de lo que no se es; dice mucho de quien tiene un discurso que habla de "honestidad" , de ser la continuación ideológica y ética, de un político como Belaunde, que con todos sus defectos y errores, dio un ejemplo de decencia, de honestidad y de coherencia.

Si a lo anterior se suma el hecho que a Barnechea solo le importo la candidatura, la plataforma de la cual lanzarse a la Presidencia de la República y nunca se preocupo por unir a las facciones partidarias en conflicto, ni por la gente que llevaba como candidatos al Congrezoo. Queda claro que su propuesta de un "Estado de Bienestar" es electoralista y personalista. Es un canto de sirenas para llegar al poder, en un país sin mayor cultura política, sin mayor educación y que actúa emocionalmente. En lo sustantivo Barnechea hace una buena lectura de la realidad política del país; plantea un "Estado de Bienestar" por el que supuestamente va a hacer en cinco años lo que se puede hacer en veinte y echa lanzas contra el modelo económico y contra el fujimorismo.

Es necesario indicar que el "Estado de Bienestar" es un concepto que nace de las socialdemocracias europeas y que ha fracasado en el viejo continente. En un país como el Perú, sin institucionalidad y con un alto grado de corrupción, darle un mayor papel al Estado sin una reforma previa, resulta inviable. Por otro lado, resulta absurdo decir que se va a hacer en cinco años lo que se puede hacer en veinte, cuando el próximo parlamento va a ser un congreso fraccionado, cuando la economía va a tener restricciones y cuando no se va a contar con mayoría en el parlamento. Barnechea que jamas ha mostrado cifras, que jamás ha dicho como va a hacer la "nueva república" que ofrece, habla de que va a re negociar los contratos petroleros cuando eso es una posibilidad, pero no una realidad. Y es una posibilidad porque el gas que se vende a México fue a precios internacionales -que hoy están a la baja- y a través de una licitación internacional, resultando difícil que los mexicanos por darle gusto al "Presidente Barnechea" re negocien algo que los beneficia. En esa dirección habla Barnechea de subsidios, de bajar impuestos y de otras ofertas demagogicas, sin decir los mecanismos de materialización de las medidas y en un contexto en el que en economía no se puede arreglar una cosa sin que se desarregle otra. En suma, no se puede hablar de buscar un país "con mayor igualdad", si para llegar al poder miento, engaño, hueveo al elector y subestimo la inteligencia ajena. Si no respeto al ciudadano y al elector, si no lo considero mi igual, porque lo uso, porque lo único que me interesa es su voto para llegar al poder.

Una propuesta como la de Alfredo Barnechea, general y gaseosa, fundada en una mayor participación del Estado; en "un sueño" .......pero personal....y de ser Presidente de la República, no es serio ni puede pasar por el bien del país. Lo único que hace es ilusionar a los incautos y a los poco instruidos; alentar intereses personales y buscar  el poder por el poder. Oportunismos y mesianismos articulados y refinados, los hay de diverso pelaje. Este es uno de ellos. Después del que deslumbrara con Alan García en 1980, el de Barnechea resurge protagonico y capitaliza la falta de memoria colectiva, el desgaste de otros liderazgos mediáticos, la mediocridad de la clase política y la juventud de un electorado nobel y sin memoria histórica. Al final el gobierno de Barnechea sería una re edición de Alan I o un humalismo más culto y articulado, que terminaría alineado al sistema, después de ofrecer un cambio. Y lo anterior porque aunque diga que no, barnechea es un hombre del sistema, un lobbysta. Un hombre que forma parte de la élite que gobierna el país. 

Entre mi lealtad y compromiso critico con el partido y con el país, yo me la juego por mi país. Creo que estamos cansados de oportunismos, de aventurerismos políticos, de mesiánicos personajes que sin partido y sin cuadros creen que van a salvar la patria. Yo seguire siendo Belaundista y acciopopulista hasta el fin de mis días. Pero creo que el legado de Fernando Belaunde no es esto que hoy llaman "Belaundismo del Siglo XXI" . Un "belaundismo" de utilería, de gesto, pose y frase hecha y que no es más el partido de FBT. Y no lo es más, porque éste tiene el sello y la firma de Vitocho, de Diez Canseco  y de los que asociados con Barnechea son dueños del partido y buscan el poder por el poder. Yo no voto por Barnechea. Y creo que es necesario decir porque. 

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