lunes, 24 de marzo de 2014

278 - VIOLETA CORREA

Y UN PARTIDO ANCLADO AL PASADO:




La política es el arte de lo posible, la política es el arte de buscar el poder y ejercerlo, la política es la capacidad de gobernar, la búsqueda de mejores condiciones de vida para los gobernados. La política en el marco conceptual descrito, implica el presente, el hoy; el futuro y el mañana, pero nunca el pasado. Para poner un ejemplo que pueda graficar el concepto. Resulta una ironía, que hablemos y nos sintamos orgullosos de Grau, de Cáceres y de Bolognesi, de su sacrificio, de su sangre y de su esfuerzo y que no hayamos aprendido la lección de la historia. Que 135 años después, estemos frente a nuestros vecinos del Sur en una dramática desventaja militar y que ante la posibilidad de un conflicto, de nada nos sirva hablar del heroísmo de Grau, del sacrificio de Bolognesi, de la sagacidad de Cáceres para enfrentar al enemigo, porque con eso no vamos a ganar la guerra. Porque la guerra la gana el que tiene un mejor armanento y una mejor preparación. Sin armas, sin material adecuado como le sucedió a Grau y a Bolognesi todo sacrificio es estéril.

Una situación similar pasa con ACCIÓN POPULAR, por la falta de liderazgo y de institucionalidad; de una visión de partido y un concepto de país. Un partido que agoniza ante la falta de respaldo popular, ante la carencia de cuadros calificados, sin presencia política y protagonismo institucional en la escena nacional, se refugia en la figura de Belaunde, de Violeta Correa y de Paniagua, como si la sola imagen de éstos iconos del partido fueran suficientes para que el ciudadano común y corriente, para que el elector; se adhiera masivamente al partido y vote por él. 

Belaunde, Violeta Correa y Paniagua, son pilares fundamentales de ACCIÓN POPULAR
referentes históricos de la política peruana, pero electoralmente no cuentan mucho, ante un electorado mayoritariamente joven -del que no podemos esperar- que le "revienten cuetes"  a nuestras figuras partidarias, si son indiferentes o no conocen a Grau, a Bolognesi o a Cáceres y esta más cerca del Paolo Guerrero, de Pizarro o de Jefferson Farfán que de personajes de la historia, la literatura o la cultura peruana.

Es infantil y engañoso, pensar que en el 2014 y el 2016, la gente va a votar por la figura de Haya de la Torre y no por Alan García,  que pensando en Belaunde, en Violeta Correa y en Paniagua, el ciudadano común y corriente va a votar por Edmundito Del Aguila, que es mudo, que no tiene experiencia municipal por más que su padre lo diga, que es un candidato sin propuestas y al que solo su familia, su manchita molinera y sus incondicionales, lo ven como un líder carismático y de polendas que va a ganar la próxima elección municipal, de la misma manera, que es dificil que en la eventualidad de que Alfredo Barnechea, sea candidato a la presidencia (sin hacer campaña) la gente pensando en Belaunde, vote por él. Ni  los rezos, ni las bendiciones, ni las frases de cliche como esa de que "Somos la reserva moral del Perú" o  "La lampa vuelve con fuerza" , sirven para  levantar un partido, que no es actor político importante. Solo los votos que son el resultado de un partido inserto en el tejido social, con propuestas, con programa y con cuadros cuenta. Y lo concreto y lo real, es que no hay políticas públicas, no  hay propuestas ni programa, que todo es candidatitis, gesto y pose, foto y figurettismo puro.

Por otro lado, mientras los dirigentes, sus incondicionales y los que creen (o hacen creer) que FBT, Violeta y Paniagua, pueden hacer milagros y que el partido vive o que esta vigente y puede ganar elecciones con los líderes que tiene, sin cambiar nada, con pura retórica de frases hechas y en medio de la crisis en la que se encuentra; el militante que no es militonto sabe que eso no es real y que apelar a los iconos partidarios anotados para levantar la moral o la ilusión, es no solo subestimar y ofender la inteligencia ajena o utilizar el partido y su gente para beneficio propio; sino que es inmoral y demagogico.

Violeta Correa , de quien se celebra un aniversario de su natalicio, vivirá como Belaunde y Paniagua, en el sentimiento de las grandes mayorías nacionales, cuando su partido tenga presencia política importante y significativa en la escena nacional. Cuando las propuestas institucionales en pro de las grandes mayorías nacionales, se hagan carne con el pueblo y esa piel se convierta en votos y los votos en gobierno. Cuando esos votos nos acerquen al poder y el poder y/o el gobierno, hagan vigente su recuerdo y su obra.  Mientras ello no ocurra serán parte del pasado, figuras de la historia política nacional, biografías en un país cuya identidad nacional no esta precisamente formada por políticos, porque estos representan segmentos, partes pero no a todos los peruanos.

Que ACCIÓN POPULAR de hoy, sea Edmundito Del Aguila o Rafael Vasquez y no Belaunde o Paniagua, es una posta generacional, que no admite comparación y que implica un retroceso, que indudablemente hace añorar el pasado y aferrarse a él con uñas y dientes. Lo que resulta delirante, patético y paranoico, es que haya gente que piense y que crea, de que "con trabajo" , sin partido y sin líderes;  vamos a ganar las próximas elecciones municipales y regionales. Salvo los Militontos y los oportunistas de siempre, que están "convencidos" de que en Lima "renovamos liderazgos" a la altura de quienes están en los altares de Paseo Colón con los candidatos lanzados.



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