Si un partido como ACCIÓN POPULAR, corroído por la mediocridad, por la mezquindad, por la demagogia, por el oportunismo, por el servilismo, por los intereses personales y por la falta de respaldo popular, se escuda en frases de cliche; esconde sus limitaciones debajo de la alfombra y no es consciente de la magnitud de su crisis institucional; es imposible esperar un cambio de rumbo.
Si adicionalmente a lo anterior, el Secretario General Nacional, expresa en una declaración pública, que en el partido se hace "lo que mandan las mayorías"; eso significa que el Sr. Alan Kessell, ignora lo que implica el liderazgo en la política, el papel docente y orientador de quien detenta un cargo como el suyo. La democracia implica el respeto a las mayorías es cierto, pero obliga a las élites, a las minorías más capacitadas e instruidas, a los dirigentes, a marcar el rumbo, a señalar el camino, a buscar lo que es mejor para el partido y no para sus intereses personales.
Si adicionalmente a lo anterior, el Secretario General Nacional, expresa en una declaración pública, que en el partido se hace "lo que mandan las mayorías"; eso significa que el Sr. Alan Kessell, ignora lo que implica el liderazgo en la política, el papel docente y orientador de quien detenta un cargo como el suyo. La democracia implica el respeto a las mayorías es cierto, pero obliga a las élites, a las minorías más capacitadas e instruidas, a los dirigentes, a marcar el rumbo, a señalar el camino, a buscar lo que es mejor para el partido y no para sus intereses personales.
Si las decisiones más importantes de una nación, de una colectividad o de una agrupación, se dejan libradas al criterio de las masas, eso significa que no hay liderazgo y por tanto no hay institucionalidad, porque una nación , una colectividad o un partido se construye de arriba para abajo. En ese contexto, si la prensa informa que ha negociado o mejor dicho, "conversado", el Vice Presidente del partido o el Secretario General Nacional, con Susana Villarán, sobre una posible alianza. Si un diario como CORREO, en su edición de hoy, indica que la "condición" del partido para la alianza, es que Edmundito Del Aguila, el hijo del Vice Presidente del partido vaya como número 1 de la lista de regidores. Como en política no hay que ser ingenuo, lo más probable es que estemos frente a una escopeta de dos cañones.
Porque entre figurettear y que pierda el partido calamitosamente o entre que pierda la alianza que integraría el partido, si se obtiene protagonismo personal y se gana una regiduría digitada -y los beneficios que ello implica- el margen de dificultad de la negociación es muy pequeño. Y esto porque Susana Villarán necesita de la inscripción del partido para tentar la reelección, porque los de TIERRA Y LIBERTAD, son más radicales que los de ACCIÓN POPULAR. Donde lo que priman son proyectos propios, personales, de grupo o familiares de diverso tipo; mientras el poder al que están hipotecados los principales dirigentes de la actual administración no tenga claro el camino del regreso.
En el contexto anteriormente descrito, en el marco de lo que es mejor para el partido y las declaraciones de los ex Secretarios Generales de Lima y del ex Presidente García, queda claro que este no es un partido institucionalizado, que en el acuerdo evacuado en el anterior plenario, no hubo una posición del Comité Político; sino que en un partido donde cada quien hace lo que puede y quiere, Kessell y Cía, han alentado el torpe y absurdo criterio de que hay que ir con candidatos propios en todo el Perú, cuando en Lima se necesita un peso pesado para librar la elección, porque no se trata simplemente de un asunto de representación partidaria. Se trata de representar bien y no hacer el ridículo. Se trata de presentar un candidato que ayude a los candidatos distritales a sumar votos.
Ni Del Aguila baby ni Rafael Vasquez, dan la talla como candidatos para una candidatura a la Alcaldía de Lima. Ambos se quedan en el figurettismo, en poner las nalgas en el cargo que ocupan, dentro de un partido sin cuadros, sin políticos de fuste, donde lo que prima es la mediocridad. En la perspectiva anterior, los candidatos anotados, si pueden ser representativos de la crisis que nos agobia, pero no van servir para ganar la elección y para ayudar a las candidaturas distritales, simplemente van a mostrar una vez más al país nuestra pobre realidad.
Basta observar la complaciente entrevista de Pedro Salinas a Edmundito Del Aguila para ver la madera de la que esta hecho. Basta buscar en la información de Rafael Vasquez para comprender que es una candidatura de afiche y de engrudo casero. Si con esos "líderes jóvenes" se pretende hablar de renovación, de mantener el legado de Belaunde y todo ese palabreo que no tiene un solo extremo que muestre que es real, este ya no es un partido político sino un burdel donde solo se busca satisfacer la vanidad personal, los placeres del poder, bajo la creencia de que lo que se proyecta desde las cuatro paredes de Paseo Colón es en beneficio de las grandes mayorías nacionales.
Que la voz, que la representatividad y "las masas" del partido, sean la de los oportunistas, la de los ignorantes -que hablan de política con suficiencia de analista- la de las manchitas serviles que los rodean; y la de las Geishas de ese Karyukay político en el que se ha convertido Paseo Colón. Que con la convicción del ignorante, digan los partidarios de los candidatos lanzados, que sus engreídos van a ganar la elección o que van a representar bien al partido no basta. El Junior y Vasquez van a tener su cuarto de hora de gloria, como lo van a tener quienes sean candidatos, de un partido para el que cualquiera puede ser candidato, d eun partido en el que la política es simplemente presentar candidatos y no programas. De un partido que expulsa un militante que después aparece como candidato de su distrito. De un partido, en el que los dirigentes subastan por nada la imagen y el prestigio partidario, porque ser pre-candidato o candidato, no significa ni vale nada, solo basta inscribirse y listo.
Este es un partido tan desarticulado, tan de cúpulas, tan de dirigencias obsecuentes, que "las masas" no aparecen y los dirigentes se terminan contestando entre ellos, lo que prueba que lo que dice Kessel -de que se hace lo que dicen las mayorías- es pura demagogia. Susana Villaran no va a ganar la elección, pero es la alcaldesa en ejercicio; va a tener recursos y si no hay otra posibilidad, con todo su desgaste, es más mediática que Del Aguila y Vásquez, que como Alegría (que quiso ser hoy candidato de APP) solo van a mejorar su CV y van a volver después de la elección, al anonimato y seguir cosechando en la interna el aplauso de su manchita partidaria. Salvo que me digan que se va a lanzar a la escena nacional un nuevo líder. A un presidenciable que cambie nuestro predecible destino.
Hay alianzas que suman poco, es cierto; pero también es cierto que hay protagonismos que no sirven para ni mierda. Actuar en política, implica muchas veces tragarse sapos, taparse la nariz, acostarse con quien no se ama o no nos gusta por interés o instinto de supervivencia.
Queda claro que frente a una elección municipal, no hay análisis político, diagnostico de la realidad de cada circunscripción, evaluación de posibilidades y factibilidades. La decisiones se toman de manera general, "al peso", sin individualizar las coyunturas. Sin considerar Lima, la ciudad más importante del país, con un criterio de selectividad por su peso político y peculiaridades. Basta "complacer a las masas" y con ello favorecerse el que esta en el poder con esto del "candidato propio". Que no es otro que el "candidato de la familia", el candidato de los intereses de quien esta en el poder.
Hay alianzas que suman poco, es cierto; pero también es cierto que hay protagonismos que no sirven para ni mierda. Actuar en política, implica muchas veces tragarse sapos, taparse la nariz, acostarse con quien no se ama o no nos gusta por interés o instinto de supervivencia.
Queda claro que frente a una elección municipal, no hay análisis político, diagnostico de la realidad de cada circunscripción, evaluación de posibilidades y factibilidades. La decisiones se toman de manera general, "al peso", sin individualizar las coyunturas. Sin considerar Lima, la ciudad más importante del país, con un criterio de selectividad por su peso político y peculiaridades. Basta "complacer a las masas" y con ello favorecerse el que esta en el poder con esto del "candidato propio". Que no es otro que el "candidato de la familia", el candidato de los intereses de quien esta en el poder.
La política es a tenor de lo anteriormente expuesto, también el arte de lo posible. La política puede tener su cuota de retorica, pero su valor está en las realidades que muestra. Entre el 5% o 7% de Susana Villaran y el 0.5% a 1% de los "liderazgos jóvenes" de ACCIÓN POPULAR, creo que no hay alternativa, dejando de lado los intereses personales de los grupos en conflicto -al interior del partido- detrás de esta elección. Al final si se trata de un candidato del partido, el nombre de ALFREDO BARNECHEA es el que pinta mejor......salvo que se busque un candidato nuevo; diferente y ganador.
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