La administración nacional de ACCIÓN POPULAR que encabeza Don Alan Kessell, nació marcada por una agenda que tenía como principal objetivo, el retorno de Raul Diez Canseco al partido, de la mano del único hombre que le podía garantizar el regreso en los términos por él deseados. A diferencia de su contendor, la campaña de Kessell no escatimo en gastos gracias al poder económico de su promotor; y en un medio donde la política no es sinónimo de ideas, de capacidad o de idoneidad, sino de dinero, intereses y poder; los militantes o electores; los de casa que entendían que con Diez Canseco va a haber plata y vamos a dejar de ser un partido de misios; y los otros, los que aparecen siempre antes de las elecciones internas, que es cuando se inflan los padrones para ganar democráticamente "a la buena", antes de poner en acción el plan alternativo para obtener una victoria, que es ganar también democraticamente "a la institucional", esto es con anforazos donde se pueda, en complicidad con un Comité Nacional Electoral, que tiene que ser como lo es siempre, "independiente, formado por gente capaz e imparcial"; votaron por Kessell, en un ritual electoral, que implica acarrear gente como ganado, llevarla a votar y regresarla a su casa.
No importa que esos electores ocasionales no hagan vida partidaria, que en las elecciones generales o municipales voten por otro partido u otro candidato, porque ACCIÓN POPULAR es un telonero de la política, un partido que sobrevive electoralmente gracias a alianzas y no tiene presencia política. De lo que se trata, es de obtener el poder, de manejar un partido que es una carcaza; de usar el logotipo para intereses, ambiciones o negocios personales y de huevear a los ignorantes y a los mediocres metidos a políticos, a los ingenuos y a los bien intencionados; porque a los otros, a los oportunistas, a los arribistas y a los ambiciosos, un carguito, una prebenda o una posibilidad de ser alguien, los tiene de su lado. Al final la cúpula que controla el partido, puede repartirse las migajas, negociar, compartir el poder según la coyuntura y la correlación de fuerzas. Aún en un partido jodido siempre hay tela que cortar, basta apelar a la figura del jefe, a membretes huecos como ese de la "reserva moral del país" a iconos que solo valen en la interna, porque hacia afuera Belaunde es historia y la política no es historia es presente.
Y en el marco conceptual descrito, lo concreto y lo real, es que a la falta de liderazgo y de personalidad política que se le percibió a Kessell, cuando no supo plantarse ante la ilegal candidatura de Lescano, se suma hoy una clamorosa falta de ideas y de cintura política, lo que se trasluce en una gestión que ofreciendo en el pasado un partido institucionalizado y no propiedad de unos u otros, hoy parece un partido que lo están poniendo a los pies de Diez Canseco -que no es lo mismo que un partido de "puertas abiertas"- en medio de una gestión, que entiende equivocadamente la institucionalización, como juramentar simplemente comités transitorios o electos donde pueda, cuando la institucionalización es otra cosa.
La institucionalidad entendida como organización, esta ligada en la política, con las ideas, con políticas públicas. Una burocracia partidaria, sin una visión de partido, sin un concepto de país, sin políticas publicas que le den sustento, sin reglas claras para insertarse en el tejido social y tener un carácter protagónico que se traduzca en adhesión política y la adhesión política en votos, no sirve de nada. No afirma la democracia ni implica la construcción de mejores condiciones de vida por parte de un actor político.
Kessell ha sido incapaz, como su antecesor, de darle identidad al partido. Y darle identidad al partido no es repetir conceptos ideológicos de hace más de cincuenta años de paporreta o aggiornandolo retoricamente. Darle identidad al partido, es desarrollar acciones de política, actos políticos como colectivo, propuestas como partido que no las hay, porque entre los congresistas (que son el poder real y la imagen del partido) y los dirigentes que actúan divorciados de su brazo político, cada quien tiene una idea diferente de lo que pasa en el país. Es por eso que el partido como tal no se pronuncia, deja pasar los temas de coyuntura y cuando se pronuncia lo hace en términos poco profesionales, porque no hay un alto nivel de asesoría y terminan los iluminados dirigentes plasmando finalmente su criterio en comunicados para la verguenza.
Hoy queda claro que ni las geishas, ni los ayayeros, ni los oportunistas, ni los franeleros, se creen el cuento de la candidatura de Edmundito Del Aguila, aunque en la interna se vean obligados a sostenerla por conveniencia, amiguismo o interés personal; de la misma manera que la sostienen los ilusos, los figurettis y los aventureros, que creen que Del Aguila Jr. les va a jalar votos para sus candidaturas distritales.
Así lo niegue Kessell, en un comunicado que es una verguenza, no solo porque esta mal redactado, sino porque ofende la dignidad partidaria, lo del candidato propio "esta verde". En principio, el comunicado no indica que vamos a ir con candidato propio a la alcaldía y confunde las buenas maneras con el complejo de inferioridad. A pesar de que Lerner supuestamente miente con relación al partido, le piden "respetuosamente" que aclare. Kessell al firmar con Edmundito el comunicado, esta por otro lado desconociendo y minimizando su liderazgo y el poder de representación absoluto de su cargo. Kessell en todo este entuerto, subestima además la inteligencia ajena. Hay plumas en el camino a la candidatura a la alcaldía, están sobre una chalina, ambas son verdes y el hombre de Raúl Diez Canseco en el CEN, nos quiere vender la idea, no solo de que Edmundito Del Aguila va a ser candidato...sino que va a ganar.
Si Kessel ofreció una política de puertas abiertas, lo primero que debería hacer es buscar un comité asesor de primer nivel. Los "internacionalistas" del CEN así como se pronunciaron sobre Venezuela, deberían pronunciarse sobre lo que pasa en Ucrania e invitar al internacionalista Francisco Belaunde, que creo es hijo de Don Paco. Alan Kessell y Cía, deberían hacer que el también mudo candidato a la Presidencia Alfredo Barnechea, prepare ya el Plan de Gobierno y a partir de allí, reclutar técnicos que den soporte a la propuesta.
En lo que se refiere a la candidatura a la Presidencia de la República, considerando que un destacado y experimentado congresista del partido, es suegro de un sobrino de la Sra. Karp; si sumamos preferencias de los más encumbrados caciques partidarios y el nivel de servilismo y de oportunismo partidario, como todo queda en familia, yo creo que en un par de años ECOTEVA va a ser una de las banderas que vamos a tener que defender, en el sentido de que no hay delito, que fue una confabulación contra el sano y sagrado y van a haber un par de cupos fijos para el parlamento y quien sabe otro cupo por allí, por el que se van a pelear un montón.
Como para este tipo de predicciones no se necesita una bola de cristal, sino ser consciente de la realidad del partido, de sus liderazgos y de como se mueven realmente los hilos del poder en la interna; si la Tía Susana es finalmente nuestra candidata a la Alcaldía, de Lima, Kessel y Edmundito deben renunciar, porque le habrían mentido y se habrían burlado del militante. Desde el llano podrán apoyar la candidatura de Alejandro Toledo a la Presidencia de la República y quien sabe si serán por los servicios prestados candidatos al Congrezoo. Total en los últimos tiempos nuestro liderazgos son bastante grises. "Papi" va ser entonces Presidente del partido. Y como queda dicho, en política en el Perú, "Todo queda en familia".
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