jueves, 20 de agosto de 2015

N° 317 - PSICOPATIAS ELECTORALES

UN TIPO DE "LIDERAZGO" DIGNO DE ANALIZAR:



Cuando la política pierde su componente ético; los principios y los valores que articulan la búsqueda del poder se vuelven lumpenezcos. Esto es tan cierto,  que si la democracia -que se funda en el respeto a la ley  que es el elemento natural del actuar en política- no se respeta, se distorsiona y se interpreta forzosamente según la conveniencia de cada quien, la institucionalidad no existe y la política, la cultura política o lo "políticamente correcto" se vuelve tribal y un engaño, un embuste o una farsa al pueblo desde la perspectiva  de la democracia partidaria y el bien común.

Lo que se viene dando en ACCIÓN POPULAR es un espectáculo penoso, que compromete a la política peruana. Que refleja el bajo nivel y la crisis de la partidocracia peruana. La demagogia, el cinismo, la falta de decencia, la ignorancia y el rufianismo engarzado en una falacia que se llama partido político, que falsamente se abriga en iconos como la honestidad, la acción y las figuras de Belaunde o Paniagua, que se convierten así, en simples instrumentos de utilería para vender una imagen de lo que no se es.

Yo ya no voy a insistir en las razones legales por las que ninguna de las dos partes en conflicto tiene razón. Porque aquí se ha pretendido responder ilegalidad con ilegalidad y ampararse finalmente en que el principio de esta "democracia" interna gansteril es el "voto". Un voto que representa finalmente, el poder que se quiere alcanzar a cualquier precio, no para trabajar por el país, para convertirse en interlocutor de  los intereses populares, sino para el mundano beneficio personal o de grupo

En el contexto anterior, todo esto me hizo recordar al reputado psiquiatra argentino Hugo Marietan, quien ha descrito con lucidez y profundidad el perfil de los políticos, de la gran mayoría de los políticos. De esos "lideres" que vemos defendiendo lo indefendible, hablando de la democracia, de la institucionalidad y del amor a un partido que ellos se están encargando de destruir. Para Marietan la mayoría de los políticos son psicópatas y son psicópatas porque aman el poder.

Para el psiquiatra argentino, el psicópata no es un enfermo mental, porque esta es una manera de ver el mundo, desde una personalidad especial, porque se sustenta en un afán desmedido por el poder y por el protagonismo. Para Marietan se trata de personalidades atípicas, que no necesariamente tienen conductas criminales de alto impacto, pero que pueden recurrir a la mentira, al histrionismo, a la utilización del prójimo para llegar, tener o mantener el poder.

Marietan explica con suficiencia, que este tipo de individuos, usan a las personas -a quienes consideran cosas u objetos- para obtener poder y cada vez más poder. El psiquiatra argentino define a este tipo de personajes como "psicópatas cotidianos"  porque se adaptan al medio; usan estereotipos, manipulan, intrigan, distorsionan, suelen llegar a la cúspide del reconocimiento económico y social y  se ufanan de ello, utilizando para ello, códigos propios que son distintos a los del común  de la gente. Un rasgo adicional de este tipo de personalidades, es que suelen basar su "liderazgo" en un alto grado de insensibilidad e intolerancia frente a situaciones de extrema tensión y es por ello la dificultad para buscar soluciones al conflicto, basadas en la conciliación, en el dialogo. Y por ello igualmente,  buscan responder de manera agresiva, "caballazo con caballazo". Una reacción que por lo general justifican, dándole  visos de legalidad. Basta ver sus reacciones y su discurso, cuando les dan la contraria, cuando actúan en una forma que los perjudica y pierden la perspectiva.

Marietan indica en la entrevista que reseño en éste artículo, que los políticos son generalmente mentirosos, pero no un mentiroso cualquiera, es un "artista de la mentira" miente con los gestos, actúa y sobre actúa y  hasta puede fingir sensibilidad. Marietan afirma que uno les cree una y otra vez, porque son muy convincentes. Don Hugo pone un ejemplo que desde mi punto de vista es aleccionador. La diferencia entre el dirigente común y el dirigente político. El dirigente común sabe que tiene que ejercer un cargo en un tiempo determinado y que se tiene que ir. Por oposición, el dirigente político, el político psicópata, una vez que llega es difícil sacarlo. Quiere estar una vez, dos veces, tres veces y las veces que pueda.  Una vez que esta arriba no lo saca nadie. Me viene a la memoria los casos de Don Porfirio Díaz, Leguia o Fujimori.

Según Marietan, otra de las características del político psicópata, es la manipulación. Alrededor del político psicópata se mueven los ayayeros, los oportunistas, los pateros, los débiles de carácter, que son aquellos que bajo su efecto persuasivo hacen cosas que en otras circunstancias no harían. Con el añadido que para este tipo de personas -el líder o el político psicópata-  el ordenar, el manipular o el digitar es una conducta muy natural. El político psicópata siempre trabaja para si mismo aunque su discurso diga lo contrario. 

Un rasgo determinante en éste tipo de personas según Marietan, es que carecen de habilidad emocional, de empatía; que no es otra cosa que la capacidad de cualquier persona normal de ponerse en el lugar del otro. Según éste tipo de personas todas las cosas que giran a su alrededor tienen que estar a su servicio: Personas, dinero, conciencias, voluntades. En ese contexto, el dinero o el poder es un elemento de presión para doblegar la voluntad del otro, para dividir. Y en ese escenario, el elemento más nocivo es el clientelismo por el que el político construye su propia estructura de poder. 

Para el político manipulador, para el político psicópata, la manipulación siempre va a ser importante, para cortar la libertad de elegir, de pensar, de desarrollar un sentido crítico, que es vital en la política. Y por eso dice Marietan, que se usan banderas suprapersonales y supuestamente de valor colectivo, porque nunca  va a decir  que hay que trabajar para él. En periodos normales, sin crisis agudas, éste tipo de políticos, no se adaptan a la tranquilidad porque tienen que ser reconocidos como salvadores. Allí esta la razón de que se viva en crisis permanente, que no se busque la solución del conflicto, la institucionalidad. 

En medio de la crisis resaltan, manipulan, mueven, satisfacen sus intereses, afirman su "liderazgo". El psicópata necesita desestabilizar siempre las cosas para sentirse necesario. Lo grave de todo esto es que como dice Marietan, este tipo de psicópatas no aprenden de sus errores, porque la psicopatía es una estructura que no cambia.

Marietan describe magistralmente lo que reseñamos líneas arriba, el punto débil del psicópata y que tiene que ver con la frustración. Con el hecho de que sus planes no le salgan. Se desestabilizan, se desorganizan y hacen o dicen tonterías. Una personalidad psicopatía, en un momento de frustración, suele tener actitudes torpes, lo que hace que sea percibido por su entorno y que rompa la unidad lograda con persuasión y manipulación. Marietan indica que frente ea éste pintoresco cuadro, lo más seguro es que ningún político crea estar retratado en él. Y yo me felicito que en ACCIÓN POPULAR "no existan lideres con éstas patologías". Aunque el APRA o el FUJIMORISMO, "hayan generado ésta crisis",  que quiere impedir "el abrumador triunfo electora del 2016" del que se habla en Paseo Colón con tanto "entusiasmo", por "convicción" y gritando fuerte "Vamos a Ganar" como pide Mesías Guevara. Allí están los "líderes" partidarios y sus militancias luchando por imponer "su verdad", por "afirmar la democracia interna" del que auto titulan "la reserva moral del Perú". En mi caso creo que ha llegado la hora del adiós. Este ya no es el partido de Belaunde, es el partido de los Guevara, de los Vitocho, de los Del Aguila, de Kesell y Cía.

HUGO MARIETAN: "DONDE HAY PODER HAY PSICOPATAS

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